martes, 6 de septiembre de 2016

LECCIÓN 7 – GUIADOS POR EL ESPÍRITU SANTO

Jn. 14: 16 Y yo le pediré a Dios el Padre que les, envié al Espíritu Santo, para que siempre los ayude y siempre esté con ustedes.
Al nacer de nuevo, nacemos como hijos de Dios, y somos sellados y gobernados por el Espíritu Santo de Dios. Por lo cual, debemos obedecer la palabra de Dios, ella y el Espíritu Santo, nos ayudan a hacer morir los frutos pecaminosos que se encuentran arraigados a nuestra carne; progresivamente empiezan a florecer los frutos del espíritu, mostrando así nuestro nuevo nacimiento, para una mejor vida.

Mensaje: guiados por el Espíritu Santo.
Juan. 3:6 Todos nacen de padres humanos; pero los hijos de Dios sólo nacen del Espíritu.
Todos los seres humanos tenemos un nacimiento natural; pero el nacimiento espiritual es únicamente de Dios; la (carne) no tiene relación alguna con el (Espíritu) y no pueden ser unidos. 
En nuestro nuevo nacimiento, hemos nacido del Espíritu Santo, por lo cual ya no debemos, vivir bajo la ley de la carne, sino la ley del Espíritu.

Jn. 14: 16-17 Y yo le pediré a Dios el Padre que les, envié al Espíritu Santo, para que siempre los ayude y siempre esté con ustedes.
Antes de la cruz el Espíritu Santo sólo ayudaba a unas pocas personas, y solo por un periodo de tiempo; luego de la cruz, Él Espíritu Santo vive en los corazones de los creyentes, y lo hace para siempre.
17 Él les enseñará lo que es la verdad. >>Los que no creen en Dios y solo se preocupan por lo que pasa en este mundo, no pueden recibir al Espíritu Santo, porque no lo ven ni lo conocen. Pero ustedes sí lo conocen, porque está con ustedes, y siempre estará en medio de ustedes.
Se refiere al Espíritu Santo y al poder de la palabra de Dios, pero sabemos que Él hace mucho más que supervisar el atributo de la verdad. 1ª. Jn. 5:6 Cuando Jesucristo vino a este mundo fue bautizado en agua, y al morir derramó su sangre. El Espíritu de Dios es testigo de esto, y todo lo que el Espíritu dice es verdad.
 Dios nos está diciendo: que el Espíritu Santo, o sea Dios mismo está con nosotros y viviendo en nosotros para siempre.
Esto quiere decir que: nuestro Señor Jesucristo, volvió a nosotros en la persona el Espíritu Santo.
Ef. 5:18 No se emborrachen, pues perderán el control de sus actos. Más bien, permitan que sea el Espíritu Santo quien los llene y los controle.
No sean controlados por bebidas alcohólicas, o por los vicios, busquen ser controlados por el Espíritu Santo, de momento en momento.
El ser lleno del Espíritu Santo, transforma nuestra vida, la hace más y más semejante a la vida de nuestro Señor Jesucristo; llena de humildad, amor, justicia, y misericordia; Al practicar estas cosas, Dios nos dota de poder, autoridad, y gloria.
Jn. 7:37-39 dice: El último día de la fiesta de las enramadas era el más importante. Ese día, Jesús se puso en pie y dijo con voz fuerte: <<El que tenga sed, venga a mí.
Presenta la invitación más grande, que jamás se haya dado al ser humano. Nuestro Señor nos está invitando a recibir su Santo Espíritu.
38 Ríos de agua viva brotarán del corazón de los que creen en mí. Así lo dice la Biblia.
Dios no pide que hagamos algo, sino que creamos, en la palabra; la historia del Cristo crucificado: Que creamos todos los Sacrificios señalados a Cristo y lo que él hizo en la cruz, así como la totalidad del tabernáculo y del templo.  También se refiere al amor, que de nuestro interior debe brotar hacia él, en gratitud.
39 Al decir esto, Jesús estaba hablando del Espíritu de Dios, que recibirían los que creyeran en él. Porque mientras Jesús no muriera y resucitara, el Espíritu no se haría presente.  
Hablaba de Cuando nuestro Señor murió en la cruz y fue resucitado tres días más tarde. Él se levantó con un cuerpo Glorificado, que era una de las señales que todo pecado se había expiado, ahora se abría paso para que el Espíritu Santo llegará en una dimensión nueva. Esto se cumplió el día de pentecostés.
Para ser llenos del Espíritu Santo:
Es necesario tener fe en nuestro Señor Jesucristo y en su sacrificio de la cruz; obedecer sus mandamientos, y cambiar nuestra mala manera de vivir.
Una persona llena del Espíritu Santo, Puede en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, orar por los enfermos y estos se sanan; hacer milagros y prodigios, hacer temblar las tinieblas, y todo lo que toquen nuestras manos, se transformará en bendición.  Bendito será el fruto de nuestro vientre, y todo lo que hagamos prosperará, eso dice la palabra de Dios.

La promesa de nuestro Señor Jesucristo de enviar al Espíritu Santo
Jn 7:49 Ahora quédense en la ciudad, porque muy pronto les enviaré a quien mi Padre prometió. No se vayan a ningún otro lado, hasta que reciban el poder que Dios les enviará.
Sólo con la compañía del Espíritu Santo, podemos triunfar en esta vida y tendremos acceso a la venidera.
Nuestro Señor Jesucristo cumple su promesa:
Hch. 2: 1-18 El día de la fiesta de pentecostés, los seguidores de Jesús estaban reunidos en un mismo lugar. De pronto, oyeron un ruido muy fuerte que venía del cielo. Parecía el estruendo de una tormenta, y retumbó por todo el salón. Luego vieron que algo parecido a llamas de fuego se colocaba sobre cada uno de ellos. Fue así como el Espíritu Santo los llenó de poder a todos ellos, y enseguida comenzaron a hablar en otros idiomas. Cada uno hablaba según lo que el Espíritu Santo le indicaba.  En aquel tiempo, muchos judíos que amaban a Dios estaban de visita en Jerusalén. Habían llegado de todas las regiones del imperio Romano. Al oír el ruido, muchos de ellos se acercaron al salón, y se sorprendieron de que podían entender lo que decían los seguidores de Jesús.
7 Estaban tan admirados que se decían unos a otros: <<Pero estos que están hablando, ¿acaso no son de la región de Galilea? ¿Cómo es que les oímos hablar en nuestro propio idioma? Los que estamos aquí somos de diferentes países. Algunos somos de Partia, Media y Elam. Otros vinimos de Mesopotamia, Judea. Capadocia, Ponto, Asia, Frigia, Panfilia, y Egipto, y de las regiones de Libia cercanas al puerto de Cirene. Muchos han venido de Roma, otros han viajado desde la isla de Creta y desde la Península de Arabia.
11-12 Algunos somos judíos de nacimiento, y otros nos hemos convertido a la región judía. ¡Es increíble que los oigamos hablar, en nuestro propio idioma, de las maravillas de Dios!”  y no salían de su asombro, ni dejaban de preguntarse: <<¿Y esto qué significa?>> 
13-14 Pero algunos comenzaron a burlarse de los apóstoles, y los acusaban de estar borrachos. Pero los apóstoles se pusieron de pie, y con fuerte voz Pedro dijo: <<Israelitas y habitantes de Jerusalén, escuchen bien lo que les voy a decir.
15-16 Se equivocan si creen que estamos borrachos. ¡Apenas son las nueve de la mañana! Lo que pasa es que hoy Dios ha cumplido lo que prometió, cuando por medio del profeta Joel dijo:
17-18 “En los últimos tiempos les daré a todos de mi Espíritu: hombres y mujeres hablarán de parte mía; a los jóvenes les hablaré en visiones y a los ancianos en sueños. También en esos tiempos les daré de mi Espíritu a los esclavos y esclavas, para que hablen en mi nombre.

EL Espíritu Santo vino a morar entre los seres humanos, transformándolos en personas diferentes, fueron llenos de sabiduría, poder, autoridad, e inteligencia. Después de este acontecimiento, los apóstoles y las personas que estaban con ellos, fueron transformados en personas sobre naturales, dice las escrituras, que aún Pedro al pasar cerca de los enfermos, su sombra los tocaba y se sanaban de cualquier enfermedad.
Reflexión: 
Para ser llenos del Espíritu Santo, es importante obedecer los mandamientos de Dios, vivir una vida conforme a su voluntad, tener comunión e intimidad con él. Conversar con Dios a través de la Oración, pidiéndole su divina compañía, su gloriosa ayuda. Y reclamarle la promesa, que él nos hizo de no dejarnos solos, que enviaría a su Santísimo Espíritu.
Al recibir esta bendición, nuestra vida es transformada, cambiada, vivificada, en cualquier momento podemos ser arrebatados al tercer cielo, y ver cosas que nadie jamás haya visto; como le sucedió a Pablo.
Aún nuestra ropa transpirará unción. El profeta Eliseo, recibió tanta unción, que después de muerto, su esqueleto resucitó un muerto. 2º. R. 13:21
Si nos decidimos a obedecer a Dios, Él nos dará de su Espíritu y no solo hará grandes cosas en nuestra vida, sino que hará grandes cosas en favor de muchos, necesitados.
El salmista lleno del Espíritu Santo dijo: Sal. 32:8 Tú me dijiste: <<Yo te voy a instruir; te voy a enseñar cómo debes portarte. Voy a darte buenos consejos y a cuidar siempre de ti.

Si ponemos en práctica sus enseñanzas, Dios mismo se compromete a, instruirnos, enseñarnos, a darnos buenos consejos y a cuidar de nosotros, a través del Espíritu Santo.

Dejémonos guiar por el Espíritu Santo de Dios.
Dios, el todopoderoso, es la esencia de la sabiduría, sus mandamientos son luz y vida; y Él nos aconseja: Jn. 14: 15-16 Ustedes demostrarán que me aman, si cumplen mis mandamientos.  Y yo le pediré a Dios el Padre, y él les envié al Espíritu Santo, para que siempre los ayude y siempre esté con ustedes.
Nuestro Señor Jesucristo, nos habla como un padre le habla a su hijo a quien ama; Él quiere acompañarnos en nuestro diario vivir, a través de su Santo Espíritu; por eso debemos: escucharlo, obedecerlo, llevarlo siempre en nuestros pensamientos; conversar con él, contarle nuestros anhelos, nuestros deseos, consultarle si está de acuerdo con lo que vamos a realizar.
Preparémonos para ser guiados por el Espíritu Santo.
Debemos buscarlo como a oro refinado y ser sensibles a su voz.  Cuando estemos leyendo un pasaje de la biblia y sentimos que ese pasaje, nos toca con particular fuerza; detengámonos; y preguntémosle al Espíritu Santo: ¿Qué nos quiere enseñar a través de esa porción de su palabra? Y él nos abre el entendimiento, nos quita la venda espiritual, y podemos entender, lo que nos quiere enseñar. Esa es una de las maneras que Dios usa para hablarnos y guiarnos.
Podemos alejar de nosotros al Espíritu Santo:
1ª. Ts. 5:18-19 Den gracias a Dios en cualquier circunstancia. Esto es lo que Dios espera de ustedes como cristianos que son. 19 No alejen de ustedes al Espíritu Santo.

El Espíritu Santo nos aconseja:
2ª. Co. 6:14-15 No participen en nada de lo que hacen los que no son seguidores de Cristo. Lo bueno no tiene nada que ver con lo malo. Tampoco pueden estar juntas la luz con la oscuridad. Ni puede haber amistad entre Cristo y el diablo. El que es seguidor de Cristo no llama hermano al que no lo es.
Dios nos llamó de las tinieblas a su luz admirable; no apaguemos la luz de su espíritu, tomando decisiones que vayan en contra de lo que Dios desea para nosotros. No debemos hacer alianzas con personas que practican el mal, porque el mal viene de las tinieblas y nosotros pertenecemos a la luz, donde se practica el bien.
Ef. 4:25 Por eso ya no deben mentirse los unos a los otros. Todos nosotros somos miembros de un mismo cuerpo, así que digan siempre la verdad.
 Sí deseamos ser guiados por el Espíritu Santo, debemos practicar la verdad, la justicia y la misericordia. Y las tinieblas, no pueden acercarse a nosotros, porque ellas no pueden soportar la luz. Ya no vamos a practicar la mentira, no debemos aceptar nada que no sea de Dios.
Col. 3:15 Ustedes fueron llamados a formar un solo cuerpo, el cuerpo de Cristo. Dejen que la paz de Cristo gobierne sus corazones, y sean agradecidos.
Al formar parte del cuerpo de Cristo, él es nuestra cabeza, por eso debemos tener una buena comunión e intimidad con el espíritu Santo, y obedecer sus mandatos.  Para tener la certeza de que Dios es el que nos está guiando.
Ej: de un ser humano guiado por el Espíritu Santo:
Noé fue un hombre que por su obediencia agrado a Dios; y Dios le hablaba, le contaba lo que a él no le agradaba del ser humano.  Le contaba sus planes, y lo hizo partes de ellos, lo instruía, y lo guiaba.  Era tan íntima la comunión de Noé con Dios, que le decía: Noé, ya no puedo soportar tanta maldad de la gente; he decidido acabar con toda lo que he creado; pues por causa de sus maldades, la tierra está llena de violencia. Así que voy a destruir a la gente, junto con la tierra. Y Dios, le dice a Noé: prepárate un arca; y le da todas las especificaciones del arca para salvar a Noé y a toda su familia junto con toda la fauna.
El espíritu Santo nos habla y nos guía:
Jn. 16:13-14 Cuando venga el Espíritu Santo, él les dirá lo que es la verdad y los guiará, para que siempre vivan en la verdad. Él no hablará por su propia cuenta, sino que les dirá lo que oiga de Dios el Padre, y les enseñará lo que está por suceder.
Ser guiados por el Espíritu Santo, es caminar por los mejores caminos, estos nos conducen al reino de los cielos.
El Espíritu Santo intercede y nos ayuda:
Ro. 8: 26-27 Del mismo modo, y puesto que nuestra confianza en Dios es débil, el Espíritu Santo nos ayuda. Porque no sabemos cómo debemos orar a Dios, pero el Espíritu mismo ruega por nosotros, y lo hace de un modo tan especial que no hay palabras para expresarlo. Y Dios, que conoce todos nuestros pensamientos, sabe lo que el Espíritu Santo quiere decir. Porque el Espíritu ruega a Dios por su pueblo especial, y sus ruegos van de acuerdo con lo que Dios quiere.
Busquemos con ansiedad, la compañía de Dios, él es la fuente de la vida. Es la razón de nuestra existencia. Hagamos de él nuestro compañero, nuestro amigo, nuestro confidente, nuestro consejero, nuestra guía, la luz que ilumine nuestro ser.
José. Caminó en compañía de Dios, en santa obediencia, no murmuro, ni se desesperó. Siempre confió que, el Dios en quien él había confiado y creído, estaba a su lado para guiarlo.
Este hombre sabía que Dios estaba con él, y esperó hasta que Dios le entregó a todo su enemigo a sus pies. Y no sólo eso, sino que lo nombró como el segundo hombre de la potencia mundial más importante de ese entonces.

 David. Tenía la compañía de Dios, y Dios, lo guío por todos los senderos que debía recorrer, para prepararlo y colocarlo como el nuevo rey de Israel.

Conclusión:
Tener la guía del Espíritu Santo, es tenerlo todo en esta vida y el reino de los cielos asegurado. Vivamos conforme a la voluntad de Dios, para que él Espíritu Santo nos guíe por todos los caminos de nuestra vida.

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