Introducción:
La iglesia somos nosotros, los que hemos
Creído y recibido a nuestro Señor Jesucristo como nuestro salvador.
En el mundo entero hay miles de
congregaciones donde se reúne la iglesia universal de nuestro Señor Jesucristo,
Dios.
Mensaje:
que es la iglesia.
Efesios
5.23 Porque el esposo es cabeza de la esposa, así como Cristo es cabeza de la
iglesia, y también su salvador. Cristo es cabeza, y la iglesia es el cuerpo.
Se le llama iglesia, a todos los que han
creído en nuestro Señor Jesucristo, y en el sacrificio de la cruz. Todos ellos
forman los miembros del cuerpo de nuestro Señor Jesucristo; quien es la cabeza
de su cuerpo.
La palabra iglesia, no significa el
edificio donde nos reunimos, sino nosotros mismos, los creyentes en el Señor
Jesucristo. Al reunirnos para aprender más de nuestro Señor, aprendemos que
nosotros los creyentes, como iglesia somos el cuerpo de nuestro Señor
Jesucristo, aquí en la tierra.
Nuestro Señor Jesucristo está en el cielo,
pero si nosotros somos su cuerpo aquí en la tierra, la gente debe ver a nuestro
Señor Jesucristo en nosotros.
Ro.
12:5-8 Algo así pasa con nosotros como iglesia: aunque somos muchos, todos
juntos formamos el cuerpo de Cristo. Dios nos ha dado a todos diferentes
capacidades, según lo que él quiso darle a cada uno. Por eso si Dios nos
autoriza para hablar en su nombre, hagámoslo como corresponde a un seguidor de
Cristo. Si nos pone a servir a otros, sirvámosles bien. Si nos da la capacidad
de enseñar, dediquémonos a enseñar. Si nos pide animar a los demás, debemos
animarlos. Si de compartir nuestros bienes se trata, no seamos tacaños. Si
debemos dirigir a los demás pongamos en ello todo nuestro empeño. Y si nos toca
ayudar a los necesitados, hagámoslo con alegría.
Cada uno tenemos capacidades distintas. Así
como nuestro cuerpo tiene varios miembros, y cada miembro desempeña una función,
pero forma un cuerpo. Nosotros formamos el cuerpo de nuestro Señor Jesucristo,
y cada uno desempeñamos una función diferente, para el buen funcionamiento como
cuerpo, siendo él nuestra cabeza.
Como miembros de su cuerpo, tenemos cada
uno nuestras responsabilidades, en el servicio de la iglesia de Dios. Ef.
4:7 A cada uno de nosotros Cristo nos dio las capacidades que quiso darnos.
Los cristianos, al unirnos formáramos la
iglesia de nuestro Señor Jesucristo.
1ª.
Co. 12:21 El ojo no puede decirle a la mano: <<No te necesito>> Tampoco
la cabeza puede decirle a los pies:
<<No los necesito>>
Todos los cristianos debemos utilizar las
capacidades que Dios nos ha dado, para beneficio propio y para servir a la
iglesia.
Así como los miembros de nuestro cuerpo, se
sirven unos a otros, para el bienestar del cuerpo, a sí debemos nosotros como
miembros del cuerpo de Dios, servirnos los unos a los otros para hacer la
voluntad de Dios.
Conclusión:
Todos los redimidos por la sangre de
nuestro Señor Jesucristo, formamos la iglesia Universal de Dios, y como
miembros del cuerpo de nuestro Señor Jesucristo, tenemos la necesidad de poner
a funcionar nuestras capacidades unidas para un mutuo beneficio, y vivir una
vida que honre a nuestro Señor Jesucristo.
Recordemos que somos la luz de este mundo,
somos la sal de la tierra, somos linaje escogido, somos el real sacerdocio,
somos la nación santa, somos la esperanza de la humanidad. Somos embajadores de
Dios acá en la tierra.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario