martes, 6 de septiembre de 2016

LECCIÓN 19- LA SANTA CENA

Introducción:
Lucas 22:15-20 Jesús les dijo: <<He deseado muchísimo comer con ustedes está pascua, antes que yo sufra y muera. Porque les aseguro que ya no celebraré más esta cena, hasta el día que la comamos todos juntos en el gran banquete del reino de Dios>> Luego tomó una copa con vino, le dio gracias a Dios y dijo: <<Tomen esto y compártanlo entre ustedes. Porque les aseguro que, desde ahora, no beberé más vino, hasta que llegue el reino de Dios >> También tomó pan y le dio gracias a Dios; luego lo partió, lo dio a sus discípulos y les dijo: <<Esto es mi cuerpo, que ahora es entregado en favor de ustedes. De ahora en adelante, celebren esta cena y acuérdense de mí cuando partan el pan>>   Cuando terminaron de cenar, Jesús tomó otra copa con vino y dijo: <<Este vino es mi sangre derramada en favor de ustedes Con ella, Dios hace con ustedes un nuevo pacto.
La cena del Señor, fue instituida por nuestro Señor Jesucristo, cuando cenó con sus discípulos por última vez; antes de su muerte.
Él nos ordena: Así que, cada vez que ustedes comen de este pan, o beban de esta copa, anuncian la muerte del Señor Jesús, hasta el día que él vuelva.

Mensaje: la Santa Cena 
1ª. Corintios. 11:23-26
V. 23 Lo que el Señor Jesucristo me enseñó, es lo mismo que yo les he enseñado a ustedes: La noche en que el Señor Jesús fue traicionado, tomó en sus manos pan,
Las instrucciones que da, acerca de la cena del Señor. Para recodar la ocasión sagrada.
24 lo partió en pedazos y dijo: << Esto es mi cuerpo, que es entregado en favor de ustedes. Cuando coman de este pan, acuérdense de mí>>.
Lo importante de esto es la interpretación que el Señor da. Simboliza la muerte de Cristo en la cruz, involucra al creyente, participando del sacrificio por fe. Este es el significado del nuevo pacto.
25 Después de cenar, Jesús tomó en sus manos la copa y dijo: << Esta copa de vino es mi sangre. Con ella, Dios hace un nuevo compromiso con ustedes. Cada vez que beban de esta copa acuérdense de mí>>.
Anunciaba que el nuevo pacto, era ratificado por el derramamiento de su propia sangre, la cual satisfará para siempre la deuda del pecado. (Jamás debemos olvidar lo que él hizo por nosotros, refiriéndose a la cruz).
26 Así que, cada vez que ustedes comen de este pan, o beban de esa copa, anuncian la muerte del Señor Jesús hasta el día en que él vuelva.
Debemos proclamar el sacrificio Expiatorio necesario para nuestra salvación, y la causa actual de nuestra victoria continua en la vida.

Juan 6:56 El que come mi cuerpo y bebe mi sangre, vive unido a mí y yo vivo unido a él.
Está es, la única manera que podemos morar en Cristo, y Cristo en nosotros; y nos garantiza una victoria vencedora, mediante la cruz. (Si esto, es objeto de nuestra fe cotidiana).
Cuando comemos el pan y bebemos la copa en la cena del Señor, podemos decir con fe: Así como el pan y el vino sustentan mi cuerpo, que mi vida espiritual sea alimentada, y fortalecida, por la unión con nuestro Señor Jesucristo.

1ª. Corintios 10:17 Aunque somos muchos, somos un solo cuerpo, porque comemos de un solo pan.
Cristo es el pan, y el único pan que produce un solo cuerpo, es decir la iglesia. Jesucristo es el único pan de vida, no hay ningún otro.
En la participación de la santa cena, todos los hermanos, hacemos parte del cuerpo de nuestro Señor Jesucristo; con la viva esperanza de estar unidos por siempre con él.

1ª. Corintios. 11:27-29 Por eso si una persona come del pan o bebe de la copa del Señor Jesucristo sin darle la debida importancia, peca en contra del cuerpo y de la sangre de Jesucristo. Por lo tanto, antes de comer del pan y beber de la copa, cada uno debe preguntarse si está actuando bien o mal.  Porque Dios va a castigar al que coma del pan y beba de la copa sin darse cuenta de que se trata del cuerpo de Cristo.
Al participar de la santa cena del Señor, debemos recordar que unidos somos un solo cuerpo y que él es nuestra cabeza.
Por lo cual, si somos conscientes que le hemos hecho daño a uno de nuestros semejantes, o si hemos pecado, debemos arrepentirnos de todo corazón, con todo el deseo de no volverlo a cometer; y pedirle perdón a Dios, para que él nos justifique. Y luego participar de la santa cena.
Si no es así, no la tome porque tendrá problemas muy graves.
Marcos. 14: 25 Será la última vez que yo beba este vino con ustedes, pero cuando estemos juntos otra vez en el reino de Dios, entonces beberemos el vino nuevo>>
En la santa cena celebramos, unidos y felices ese gran acontecimiento: su segunda venida. La iglesia universal espera con ansia ese gran acontecimiento; la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo.

Conclusión:
En la Santa Cena, estamos expresando nuestra unión con nuestro Señor Jesucristo y con nuestro prójimo. Por eso debemos recordar la enseñanza de nuestro Señor: Amar a Dios con todo nuestro corazón y toda nuestra alma y al prójimo como a nosotros mismos.
Nuestro Señor Jesucristo, nos aconseja, que debemos examinarnos, antes de participar de la mesa del Señor; y buscar su perdón y aprobación; Dios nos quiere unidos, como un padre desea la unión de sus hijos.
Como hijos de Dios, debemos vivir una vida santa, pura y transparente, sin mancha y sin arruga; esas son las vestiduras de los Santos: las buenas acciones justas.

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