Introducción:
Es importante permitirle al Señor que forme
nuestro carácter y, a su vez, enseñarles a nuestros discípulos esta lección, ya
que los problemas de carácter acaban con cualquier liderazgo en potencia,
tendiendo a sacarnos del proceso de Dios. En las Escrituras encontramos
ejemplos de hombres y mujeres que tuvieron un trato por parte de Dios para
cumplir Su propósito en ellos.
Moisés, uno de los grandes líderes del
Antiguo Testamento, tuvo que pasar años de su vida en el desierto antes de que
Dios pudiera confiarle Su obra. Al igual que Moisés, a nosotros también nos
tocará (si no nos ha tocado ya) atravesar desiertos y procesos espirituales a
fin de que el Señor pueda moldear nuestro carácter. Por eso debemos estar
preparados primero nosotros para salir victoriosos a este respecto y para
ayudar a nuestra gente a conquistar lo mismo luego.
Mensaje:
Dios modela nuestro carácter.
Stg.
1:2-12 Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando estén pasando por
diversas pruebas.
El carácter del ser humano está formado
por: La personalidad, el temperamento, el genio, el humor. Cuando Dios recibe a una persona como su hijo
e hija, trata con estas áreas para moldear nuestro carácter y hacernos más a su
imagen.
Esto lo hace a través de la universidad de
la vida; y a través de las personas, y de las circunstancias que nos rodean.
Dios creó al ser humano a su imagen y
semejanza; pero los efectos del pecado han deteriorado nuestra imagen.
Cuando creemos en nuestro Señor Jesucristo
y le recibimos, de todo corazón; El Espíritu Santo busca recuperar esa imagen
de Dios, que perdimos por nuestros pecados. Para hacerlo, él moldear nuestro carácter,
utilizando varios medios, estos medios son como: escofinas, esmeriles o lijas,
y con ellos nos pule, y nos limpia, para presentarnos sin mancha ni arruga ante
nuestro Padre celestial.
Dios
moldea nuestro carácter a través de las pruebas:
Stg.
1:2-12 Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando estén pasando por diversas
pruebas.
Santiago se refiere a la atracción del
pecado, como las pruebas y dificultades cotidianas. Todo pecado trae sus malas
consecuencias, pero si nos humillamos y confesamos nuestros pecados al Señor,
él transforma esos momentos turbulentos de nuestra vida, en trampolines para
subir a sus alturas.
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Bien saben que, cuando su fe es puesta a prueba, produce paciencia.
Si nuestra fe, es genuina, las pruebas
servirán para desarrollar la persistencia.
Pero si nuestra fe no es genuina terminamos
en derrota.
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Pero procuren que la paciencia complete su obra, para que sean perfectos y
cabales, sin que les falte nada.
Cuando las pruebas lleguen a nuestra vida,
no debemos desanimarnos, pues ellas nos hacen madurar.
A veces pensamos, que las personas que
están a nuestro lado, nos fastidian, nos molestan, y nos desesperan; pero no
nos damos cuenta, que solo están cumpliendo una orden de Dios para pulirnos y
transformarnos, que Dios está moldeando nuestro carácter.
5 Si
alguno de ustedes requiere sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues
Dios se la da a todos en abundancia y sin hacer ningún reproche.
Dios concede la sabiduría a quienes la
pidan, debemos pedir cosas correctas, pedir un mejor conocimiento de su
palabra, es correcto. Cuando le pedimos sabiduría, Él se acerca más a nosotros
y nos recibe con un espíritu de bondad total, y nos otorga nuestras peticiones.
Pero él tiene que pasarnos por los hornos
que tiene preparados, para darnos las lecciones que necesitamos, y así hacernos
sabios y entendidos.
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Pero tienen que pedir con fe y sin dudar nada, porque el que duda es como las
olas del mar, que el viento agita y lleva de un lado a otro.
La fe es el ingrediente del cristiano para
todas las cosas; la falta de fe, es dudar de Dios, es inseguridad, y esto nos impide
disfrutar de su gloria.
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Quién sea así no piense que recibirá del Señor cosa alguna,
Es muy importante que cuando estemos
pasando por momentos difíciles, no permitir que nuestra fe, desmaye. Siempre
debemos creer que nuestro Dios, es lo suficientemente poderoso para llevarnos a
la victoria.
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pues quienes titubean son inconstantes en todo lo que hacen.
Quien duda, es inestable en todo lo que
realice y Dios nunca lo honrará.
Quien duda no puede recibir nada de parte
de Dios.
9 El
hermano pobre debe sentirse orgulloso cuando sea exaltado;
La mejor posición que debemos tomar es, la
de nuestro Señor Jesucristo, siendo Dios, no se aferró a ello, sino se humilló.
Dios prueba nuestro carácter, en la necesidad.
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El rico debe sentirse igual cuando sea humillado, porque las riquezas pasan
como las flores del campo:
No debemos poner nuestra confianza en las
riquezas de este mundo, eso nos rebaja ante los ojos de Dios. Las riquezas del
mundo son temporales. Dios también prueba nuestro carácter en la abundancia.
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en cuanto sale el sol, quemándolo todo con su calor, la hierba se marchita y su
flor se cae, con lo que su hermosa apariencia se desvanece. Así también se
desvanecerá el rico en todas sus empresas.
El ser humano perece, las riquezas también
son temporales, hoy hay, mañana no, solo
Dios permanece para siempre.
12
Dichoso el que hace frente a la tentación; porque, pasando la prueba, se hace
acreedor a la corona de vida, la cual Dios ha prometido dar a quienes lo aman.
La prueba de la fe, es como un fuego, que
Dios permite al cristiano; para sacar las impurezas, que guardamos en nuestro
corazón. Si realmente lo amamos, cumplimos sus mandamientos, Jn. 14:15 Ustedes demuestran que me aman si
cumplen mis mandamientos.
Esto lo podemos lograr con la ayuda del
Espíritu Santo, si nuestra fe reposa en el sacrificio de la cruz. (Ro. 6:3-5 Ustedes bien saben que, por
medio del bautismo, nos hemos unido a Cristo en su muerte. 4 Al ser bautizados,
morimos y somos sepultados con él; pero morimos para nacer a una vida
totalmente diferente. Eso mismo pasó con Jesús, cuando Dios el Padre lo
resucitó con gran poder. 5 Si al bautizarnos participamos de la muerte de
Cristo, también participaremos de su nueva vida. 11 De igual manera, el pecado ya no tiene
poder sobre ustedes, sino que Cristo les ha dado vida, y ahora viven para
agradar a Dios. 14 Así el pecado ya no tendrá poder sobre ustedes, porque ya no
son esclavos de la Ley. Ahora están al servicio del amor de Dios.
1ª.
Corintios. 10:13 A ustedes no les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea
humana; pero Dios es fiel y no permitirá que ustedes sean sometidos a una
prueba más allá de lo que pueden resistir, sino que junto con la prueba les
dará la salida, para que puedan sobre llevarla.
Dios ha limitado a Satanás, él sólo puede
hacer lo que Dios le permite hacer. Tenemos su promesa: toda tentación puede
ser vencida por nuestra fe, en nuestro Señor Jesucristo y en la cruz. Está le
da poder al Espíritu Santo para ayudarnos.
Recordemos que, en la tempestad, es donde
Dios nos equipa, para su servicio. Cuando Dios desea un roble, Él lo planta en
un lugar donde las tormentas lo castigan y la lluvia cae sobre él, y es en
medio de la batalla con los elementos, donde el roble gana sus fuertes y magnificas
fibras y se convierte en el rey del bosque.
Juan.16:33
Estas cosas les he hablado para que en mí tengan paz. En el mundo tendrán aflicción; pero confíen,
yo he, vencido al mundo.
Los problemas pueden ser demasiado oscuros,
pero todo está bajo el control de Dios, debemos creer y confiar en él. Las
pruebas en la vida del creyente, nos llevan a la plena madurez del carácter
cristiano; y solo se alcanza, cuando enfrentamos, diversas dificultades y
problemas en nuestro diario vivir.
Debemos confiar en Dios, pues él ya venció
en la cruz. Col. 2:14-15 La ley escrita
estaba en contra de nosotros, pero Dios le puso fin por medio de la muerte de
Cristo en la cruz. 15 Dios le quitó el poder a los espíritus que tienen
autoridad, y por medio de Cristo los humilló delante de todos, al pasarlos como
prisioneros en su desfile victorioso.
Para poder vencer a nuestros adversarios,
tenemos que permitir que nuestro Dios, nos prepare utilizando los diferentes
campos de entrenamiento. Un caballo sin adestramiento no sirve de nada, así sea
de pura sangre. Pero adiestrado es de gran utilidad. Tenemos que humillarnos,
en las manos de nuestro dueño para que él haga de nosotros el arma que él
requiere.
Stg.
1:3-4 Así, cuando su confianza en Dios sea puesta a prueba, ustedes aprenderán
a soportar con más fuerza las dificultades. Por lo tanto, deben resistir la
prueba hasta el final, para que sean mejores y puedan obedecer lo que se les
ordene.
Ejemplo
de prueba para moldear nuestro carácter:
Abraham:
Génesis. 22: 1-8 Después de esto, sucedió que Dios puso a prueba a Abraham, y
lo llamó: <<Abraham>> Y él respondió: <<Aquí
estoy>> 2 Dios le dijo: <<
Toma ahora a Isaac, tu único hijo, al que tanto amas y vete a la tierra de
Moriah. Allí me lo ofrecerás en holocausto, sobre uno de los montes que yo te
diré>> 3 Al día siguiente, Abram
se levantó, le puso la albarda a su asno, y se llevó consigo a dos de sus
siervos y a su hijo Isaac. Cortó leña para el holocausto, y se dispuso a ir al
lugar que Dios le dijo. 4 Tres días
después, Abrahán levantó los ojos y a lo lejos vio al lugar. 5 Entonces Abrahán
dijo a sus siervos: <<Esperen aquí, con el asno y el niño y yo iremos
hasta ese lugar; allí adoraremos, y luego volveremos aquí mismo>> 6 Y
tomó Abrahán la leña del holocausto, y la echó sobre Isaac, su hijo; luego,
tomó en su mano el fuego y el cuchillo, y juntos siguieron caminando. 7
Entonces Isaac le hablo a Abrahán, su padre, y le dijo: <<padre
mío…>> y él le respondió: <<Aquí estoy, hijo mío>> Isaac le
dijo: <Aquí están el fuego y la leña ¿Dónde está el cordero para el
holocausto?> 8 Y Abram respondió:
<Dios proveerá el codero para el holocausto, hijo mío> Y juntos siguieron
caminando.
Me imagino que las entrañas de este
patriarca se desmoronaban, su alma se desmayaba, y todo su ser se descomponía, ante
semejante prueba; sacrificar a su único hijo, él ya había perdido a Ismael.
Pero siguió adelante diciendo: Dios proveerá, y Dios proveyó.
El
cristiano debe estar preparado para soportar:
1 La
tentación:
Desde el comienzo de la creación, el
enemigo ha tentado al ser humano, para que desobedezca y peque contra Dios.
Satanás indujo a Eva para convencer a Adán y desobedecer a Dios.
Santiago.
1: 12 Dichoso el que hace frente a la
tentación; porque, pasada la prueba, se hace acreedor a la corona de vida, la
cual Dios ha prometido dar a quienes lo aman.
Santiago.
4:7 Por lo tanto, sométanse a Dios; opongan resistencia al diablo, y él huirá
de ustedes.
2ª.
Corintios. 10: 3-6 Es verdad que aún somos seres humanos, pero no luchamos como
seres humanos. Las armas con las que
luchamos no son las de éste mundo, sino las poderosas armas de Dios, capaces de
destruir fortalezas y de desbaratar argumentos y toda altivez que se levanta
contra el conocimiento de Dios, y de llevar cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo. Estamos listos para castigar toda desobediencia, una vez
que la obediencia de ustedes llegue a la perfección.
Efesios.
6:11- 17 Revístanse de toda la armadura de Dios, para que puedan hacer frente a
las acechanzas de diablo. La batalla que
libramos no es contra gente de carne y hueso, sino contra principados y
potestades, contra los que gobiernan las tinieblas de este mundo, ¡contra
huestes espirituales de maldad en las regiones celestes! Por lo tanto, echen
mano a toda la armadura de Dios para que, cuando llegue el día malo, puedan
resistir hasta el fin y permanecer firmes. Por tanto, manténganse firmes y fajados con el
cinturón de la verdad, revestidos con la coraza de justicia, y con los pies
calzados con la disposición de predicar el evangelio de la paz, además de todo
esto, protéjanse con el escudo de la fe, para que puedan apagar todas las flechas
incendiarias del maligno. Cúbranse con
el casco de la salvación, y esgriman la espada del Espíritu, que es la palabra
de Dios.
Pablo nos dice: Para que Dios nos ayude
debemos siempre practicar la verdad, ser justos en todos los actos de nuestra
vida, andar siempre obedeciendo el evangelio de Dios, y cumpliendo sus
mandamientos, predicarlo con nuestros hechos y palabras, usar la fe, creer que
nuestro Señor dijo: Yo estaré con ustedes todos los días hasta el fin del
mundo, así podemos apagar los dardos del enemigo.
2.
La disciplina:
Hebreos
12:5-11 Y ya han olvidado la exhortación que como a hijos se les dirige: (hijo
mío, no menosprecies la disciplina del Señor, ni te desanimes cuando te
reprenda; Porque el Señor disciplina al que ama, y azota a todo el que recibe
como hijo.) Si ustedes soportan la
disciplina Dios los trata como a hijos. ¿Acaso hay algún hijo a quién su Padre
no discipline? Si a ustedes se les deja
sin la disciplina que todos reciben, entonces son bastardos, y no hijos
legítimos. Después de todo, aun que nuestros padres humanos nos disciplinaban,
los respetábamos ¿No hemos de someternos, con mayor razón, al Padre de los
espíritus, para que vivamos? En efecto,
nuestros padres nos disciplinaban por un breve tiempo, como mejor les parecía;
pero Dios lo hace para nuestro bien, a fin de que participemos de su santidad.
Claro que ninguna disciplina nos pone alegres al momento de recibirla, sino más
bien tristes; pero después de ser ejercitados en ella, nos produce un fruto
apacible de justicia.
Conclusión:
Las diversas pruebas son el método de Dios,
para moldear nuestro carácter. Todo ser humano debe fortalecer su fe en Dios; para
poder enfrentar las diferentes situaciones que se le presenten en la vida.
Debemos recordar que Dios tiene el control de toda situación; él no permitirá
que soportemos más de lo que podamos soportar.
Hijo mío hoy tengo un mensaje para usted,
permíteme que lo susurre a tu oído para que pueda adornar con gloria las nubes
de cualquier tormenta que se les pueda levantar y suavizar los lugares abruptos
que tengan que pisar.
¿Has
pensado alguna vez que todo lo que te afecta, a mí también me afecta? Porque
“el que os toca, toca la niña de mi ojo” (Zac. 2:8). Tú eres de gran estima a
mis ojos. (Is. 43:4) Por tanto mi gozo especial es educarte.
Quiero
que aprendas cuando las tentaciones te asaltan y el “enemigo aparece como una
inundación”, que esto procede de mí, que tu debilidad necesita Mi poder, y tu
salvación está en dejarme que luche en tu lugar.
¿Te
encuentras en situaciones difíciles, rodeado de personas que no te comprenden
que nunca te piden tu parecer, que te colocan en el último lugar? Esta cosa de
mí procede. Yo soy el Dios de las circunstancias. Tú no estás en ese lugar por
casualidad, es el lugar que Dios quiso para ti.
¿No has pedido que quieres hacer mi
voluntad? Yo te he colocado precisamente
en la escuela donde se enseña esa lección. La atmósfera que te rodea y tus compañeros
solamente están haciendo mi voluntad.
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ResponderBorrarMe gustó mucho esta reflexión
ResponderBorrarGracias Padre mío por hablarme una vez más a mi corazón, conmovida hasta mis lágrimas entiendo lo que vivo,y por eso te digo,pasa de mí está copa no como yo quiero si no como tú quieras,quiero menguar para que tú crescas y sigas renovando mi carácter.Te Amo mi Aba Padre.
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