Introducción:
1ª,
de Juan 2:15-17 No quieran ustedes ser como los pecadores del mundo, ni tampoco
hacer lo que ellos hacen. Quienes lo hacen, no aman a Dios el Padre. Las cosas
que ofrecen la gente del mundo no vienen de Dios, sino de los pecadores de este
mundo, y estas son las cosas que el mundo nos ofrece: los malos pensamientos,
la ambición de tener todo lo que vemos, , y el orgullo de poseer todas las
riquezas. Pero lo malos de este mundo
está por acabarse. En cambio, el que hace lo que Dios manda vive para
siempre.
El tercer enemigo del cristiano son las cosas
malas que hay en el mundo. El mundo está lleno de cosas que destruyen, que
dañan y pervierten. Cosas que aparentan ser buenas, pero llevan a la
destrucción.
Satanás tiene el control de todos los seres
humanos, que no han aceptado a nuestro Señor Jesucristo, ni aceptan sus
enseñanzas; este embotó la mente de las personas, que a lo malo le dicen: eso
es bueno. Y a lo bueno le dicen: eso es malo. Por eso están enceguecidos por
las tinieblas. Juan. 5: 19 Sabemos que somos de Dios, y que el resto de la
gente en el mundo está, dominada por el diablo.
Mensaje:
como vencer el mundo:
La palabra mundo en la Biblia, no se
refiere al mundo en que vivimos, con su belleza, sus montañas, sus ríos, y
diversidad de cosas buenas. Sino a lo que está en contra de los mandatos de
Dios, como, la egolatría, la insensibilidad, la avaricia, el egoísmo, el
orgullo, el mal carácter, la vanagloria, los chismes, las orgias, la dureza de
corazón, las contiendas, las iras, las pasiones desenfrenadas, los asesinatos y
todo lo que nos impide expresar un verdadero amor.
Jn.
17:14 Les he dado tu mensaje, y por eso los de este mundo los odian, pues ellos
ya no son como esa gente, y tampoco yo soy así.
Dios nos invita a vivir en un cambio
permanente; tenemos que vivir por la palabra de Dios que hemos recibido. Cuando
empezamos a practicar las enseñanzas de Dios, los que nos rodean, nos vuelven
la espalda, nos critican y nos levantan falsos testimonios. Porque ellos no
entienden las cosas espirituales.
Ellos están, sometidos a Satanás el
príncipe de las tinieblas de este mundo, por eso nos desprecian; porque ya no hacemos
lo malo que ellos hacen y que les parece bien.
Nuestro
Señor Jesucristo intercede por su pueblo:
Jn.
17:15 No te pido que los quites de mundo, sino que los protejas de Satanás
Esta petición se cumplió en la cruz y la
obtenemos mediante la fe en nuestro Señor Jesucristo; Él vino a este mundo, a
salvarnos del castigo eterno; por eso él nos indica el camino que debemos
seguir, y le pide al Padre que nos proteja de Satanás.
Hemos sido llamados a ser la luz en las
tinieblas de este mundo.
Las personas que no han recibido a nuestro
Señor Jesucristo, como su amo y salvador; están bajo el poder de Satanás. Ej.
Saulo de Tarso, antes de tener el encuentro con nuestro Señor Jesucristo,
estaba enceguecido con una falsa religiosidad y perseguía a la iglesia de
nuestro Señor; cuando se encontró a nuestro Señor Jesucristo, se convirtió en
una gran bendición para la humanidad.
1ª.
Juan 2:15 No quieran ustedes ser como
los pecadores del mundo, ni tampoco hacer lo que ellos hacen. Quienes lo hacen
no aman a Dios el Padre
Se refiere a la forma de vivir de las personas
que no han nacido de nuevo. Y aquí aclara que el amor del Padre, no está en las
personas que no han muerto a la vieja naturaleza, sino que siguen practicando
el pecado y agradando al mundo y a su príncipe.
Juan
15:18-19 >> Los que se interesan sólo por las cosas de este mundo los
odian a ustedes, pero recuerden que primero me odiaron a mí.
Cuando hacemos de nuestro Señor Jesucristo
y su obra en la cruz el objeto de nuestra fe; seremos odiados por los que se
complacen agradando al mundo.
19 Ellos los amarían a ustedes, si ustedes
fueran como ellos. Pero ustedes ya no son así, porque yo los elegí para que no
sean como ellos. Por eso ellos los odian a ustedes.
El mundo ama a los suyos, y a las cosas
malas del mundo, todo lo contrario, a la manera de Cristo y la cruz.
Algunas personas, sólo anhelan las
vanidades de este mundo; y desprecian nuestra amistad, porque las cosas
espirituales se disciernen espiritualmente. Ellos creen que estamos locos,
porque las cosas de Dios para el mundo son locura.
Fil.
3:20-21 Nosotros, en cambio, somos ciudadanos del cielo, y esperamos que de
allí vuelva nuestro salvador, el Señor Jesucristo.
Los demás caminos, no tienen ningún lugar
en el cielo. Por eso nosotros esperamos con ansias el arrebatamiento de la
iglesia, para llegar al lugar que nuestro Señor nos ofreció.
21
Nuestros débiles cuerpos serán destruidos, pero él los transformará en cuerpos
gloriosos como el suyo. Esto lo hará con el mismo poder con que controla todo
el universo.
Sólo un camino nos lleva a nuestra morada
santa: Jesucristo el Señor, y nuestros cuerpos serán glorificados, todas las
cosas se llevan a cabo por la cruz.
¿Porque
dice la palabra que somos ciudadanos del cielo?
Porque al recibir a nuestro Señor Jesucristo,
recibimos la nueva naturaleza, la naturaleza del cielo; y ahora pertenecemos a
esa patria celestial.
Juan
3:16 Dios amo tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su
único Hijo, para que todo aquel que crea en mí no muera, sino que tenga vida
eterna.
“Mundo” quiere decir: Todos los seres
humanos, que están en pecado. Y Dios con su Sangre y su santa palabra nos
quiere lavar, limpiar y transformar, en nuevas criaturas, para que seamos sus
hijos.
Reflexión:
¿Si
Dios nos ama de tal manera que debemos hacer?
Obedecerle sus mandatos, y mostrar el amor
de Dios a través de nuestro diario vivir; debemos mostrar el amor de Dios a
todos, no solamente con palabras sino con lo que hacemos.
Nuestro hogar, es el primer lugar donde
debemos empezar a mostrar ese precioso amor, esa justicia y esa misericordia.
Esposas:
1ª.
Pedro, 3:1-2 Ustedes, las esposas, deben obedecer a sus esposos en todo. De esa
manera, si ellos no creen en el mensaje de la buena noticia, el comportamiento
de ustedes podrá convencerlos, Pues verán que ustedes son honestas y
respetuosas.
Esposos:
Efesios.
5:28 -29 El esposo debe amar a su
esposa, así como ama a su propio cuerpo. El hombre que ama a su esposa se ama
así mismo Porque nadie desprecia su propio
cuerpo. Al contrario, lo alimenta y lo cuida, del mismo modo que Cristo cuida a
la iglesia.
Padres:
Efesios
6:4 Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos. Más bien edúquenlos y
denles enseñanzas cristianas.
Hijos:
Efesios
6:1-3 Hijos, obedezcan a sus padres. Ustedes son de Cristo, y eso es lo que les
corresponde hacer. El primer mandamiento que va acompañado de una promesa es el
siguiente: <<Obedezcan y cuiden a su padre y a su madre. Así les ira
bien, y podrán vivir muchos años en la tierra>>
Empleados:
Efesios
6:5-7 Esclavos y esclavas, obedezcan a los que aquí en la tierra son sus
patrones. Obedezcan con respeto, sinceridad, y de buena gana, como si estuvieran
sirviendo a Cristo mismo. Esto deben hacerlo en todo momento, y no solo cuando
sus amos los estén viendo. Ustedes son esclavos de Cristo, así que deben hacer
con alegría y entusiasmo lo que Dios quiere que hagan, como si lo hicieran para
el Señor y no solo para sus amos.
Patrones:
Efesios.
2:9 También ustedes, amos, deben tratar a sus esclavos con igual respeto, y sin
amenazas. Recuerden que tanto ustedes como ellos pertenecen al mismo dueño. Ese
dueño es Dios, que está en el cielo, y él no tiene favoritos.
1ª.
Juan 2:16-17 Las cosas que ofrece la gente del mundo no vienen de Dios, sino de
los pecadores de este mundo. Y estas son las cosas que el mundo nos ofrece: los
malos deseos, la ambición de tener todo lo vemos, y el orgullo de poseer muchas
riquezas. Pero lo malo de este mundo, y de todo lo que ofrece, está por acabarse.
En cambio, el que hace lo que Dios manda vive para siempre.
Conclusión:
La obediencia a los mandamientos de Dios,
es la clave para vencer al mundo, que nos quiere atraer con las cosas malas que
nos ofrece; pero sabemos que estas cosas están por acabarse y solo permanecerán
los que hacen la voluntad de Dios.
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