Introducción:
Mt.24:29-30
Inmediatamente después de la aflicción de aquellos días, el sol se oscurecerá y
la luna dejará de brillar, las estrellas caerán del cielo, y los poderes
celestiales se estremecerán. Entonces aparecerá en el cielo la señal del Hijo
del Hombre, y todas las tribus de la tierra se lamentarán, y verán al Hijo del
Hombre venir sobre las nubes del cielo, con gran poder y gloria.
Es la manifestación visible, de nuestro
Señor Jesucristo; que viene a establecer su reino Milenial; a gobernar el mundo
con justicia, seguridad y paz.
Mensaje:
la segunda venida del Señor.
El acontecimiento que todos los cristianos
esperamos será así:
1º.
Aparecerá en el cielo.
Mateo.
24: 30 Entonces aparecerá en el cielo la señal del hijo del hombre, y todas las
tribus de la tierra se lamentarán, y verán al hijo del hombre venir sobre las
nubes del cielo, con gran poder y con gloría.
2°.
Vendrá con sus ángeles.
Mateo.16:27
porque el hijo del hombre vendrá en la gloría de su Padre con sus ángeles, y
entonces pagará a cada uno con forme a sus obras.
3º. Toda persona lo vera.
Lucas. 21:25-28 Habrá entonces señales en el sol, la
luna y en las estrellas. En la tierra la gente se angustiará y quedará
confundida por causa del bramido del mar y de las olas. 26 El miedo y la
expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra hará que los hombres
desfallezcan, y los poderes celestiales se estremecerán. Entonces verán al hijo
del hombre venir en una nube, con poder y gran gloría. Cuando esto comience a
suceder, anímense y levanten la cabeza, porque su redención estará cerca.
4º. Derrotará al anticristo.
Apocalipsis.
19: 11-21 Entonces vi que el cielo se había abierto, y que allí aparecía un
caballo blanco. El nombre del que lo montaba es fiel y verdadero, el que juzga
y pelea con justicia. Sus ojos parecían dos llamas de fuego, y en su cabeza
había muchas diademas, y tenía inscrito un nombre que solo él conocía. La ropa que vestía estaba teñida de sangre, y
su nombre es: “El verbo de Dios”.
14-15
Iba seguido de los ejércitos celestiales, que montaban caballos blancos y
vestían lino finísimo, blanco y limpio. De su boca salía una espada afilada, para
herir con ella a las naciones. El las gobernará con cetro de hierro, y pisará
el lagar del ardiente vino de la ira de Dios Todopoderoso.
16-17
En su manto y en su muslo lleva inscrito este nombre: “Rey de reyes y Señor de
señores”. Vi entonces que un ángel
estaba de pie en el sol, y que con voz potente les decía a todas las aves que
surcan los cielos: “Vengan ya; júntense para la gran cena de Dios,
18-19
Para que devoren los cadáveres de reyes, capitanes y poderosos; los cadáveres
de caballos y jinetes. ¡Los cadáveres de todos, libres y esclavos, pequeños y
grandes! Vi entonces que la bestia y los
reyes de la tierra y sus ejércitos se reunían para luchar contra el que montaba
el caballo, y contra su ejército-
20-21
pero la bestia fue apresada, y también el falso profeta que había hecho señales
milagrosas delante de ella, con las que había engañado a los que recibieron la
marca de la bestia y habían adorado su imagen. Estos dos fueron lanzados vivos
a un lago de fuego que arde con azufre. Los demás fueron muertos con la espada que
salía de la boca del que montaba el caballo, y todas las aves se saciaron
devorando sus cadáveres.
5°.
Reinará por mil años:
Apocalipsis
20:1-3 vi entonces que un ángel descendía del cielo. Llevaba en su mano la
llave del abismo y una gran cadena. Apresó
al dragón, que es la serpiente antigua, y que es también el diablo y Satanás, y
lo ató durante mil años; luego lo arrojó al abismo y lo encerró, y selló la
puerta, para que no volviera a engañar a las naciones hasta el cabo de mil
años. Después de eso es necesario que se le suelte por algún tiempo.
Sucesos
finales: luego del reinado Milenial sucederá:
1°
Satanás es suelto.
Ap.
20:7 Cuando se cumplan los mil años, Satanás será liberado de su prisión,
2°
Satanás engaña a las naciones.
Ap.
20:8 Y saldrá a engañar a los países de Gog y Magog, que representan a todos
los países de este mundo. Satanás reunirá para la guerra a los ejércitos de
esos países; sus soldados no se pueden contar, como no se puede contar la arena
del mar.
3°
El Señor los consume con fuego y azufre.
Ap.
20:9 Ellos recorrerán todo el mundo, y rodearan al pueblo de Dios y a su ciudad
amada, pero saldrá fuego del cielo y los quemará por completo.
4°
Satanás es lanzado al lago de fuego y azufre.
Ap.
20:10 Y el diablo, que los había engañado, será arrojado al lago donde el
azufre arde en llamas, donde también fueron arrojados el monstruo y el falso
profeta. Allí serán atormentados todos ellos para siempre, de día y de noche.
5°
El juicio del gran trono blanco.
Ap.
20:11-15 entonces vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado en él. Y en
su presencia desaparecieron la tierra y el cielo, y nadie volvió a verlos.
12 Y
vi que todos los que habían muerto, tanto los humildes como los poderosos,
estaban de pie delante del trono. Y fueron abiertos los libros donde está
escrito todo lo que cada uno hizo. También se abrió el libro donde están
escritos los nombres de todos los que vivirán con Dios para siempre. Los
muertos fueron juzgados de acuerdo con lo que habían hecho y con lo que decían
los libros.
13-14
Los que murieron en el mar se presentaron delante de Dios para que él los
juzgará, y lo mismo hicieron los que estaban en el reino de la muerte. Todos
los muertos fueron juzgados de acuerdo a lo que habían hecho. Luego, la muerte
y el reino de la muerte fueron lanzados al lago de fuego. Los que caen en este
lago quedan separados de Dios para siempre,
15 Y
allí fueron arrojados los que no tenían sus nombres escritos en el libro de la
vida eterna.
6°
Cielo nuevo y tierra nueva.
Ap.
21:1-8 Después vi un cielo nuevo y una tierra nueva, pues ya el primer cielo y
la primera tierra habían dejado de existir, lo mismo que el mar. vi también que
la ciudad santa, la nueva Jerusalén, bajaba del cielo, donde vive Dios. La
ciudad parecía un novio vestido para su boda, lista para encontrarse con su
novio.
3-4
Y oí que del trono salía una fuerte voz que decía: <<Aquí es donde el
Señor vive con su pueblo. Dios vivirá con ellos, y ellos serán suyos para
siempre. En efecto, Dios mismo será su único Dios. Él secará sus lágrimas, y no
morirán jamás. Tampoco volverán a llorar, ni a lamentarse, ni sentirán ningún
dolor, porque lo que antes existía ha dejado de existir.
5-6
Dios dijo desde su tono: <<! ¡Yo hago todo nuevo!>> Y también
dijo: <<Escribe, porque estas
palabras son verdaderas y dignas de confianza>>. Después dijo: <<
¡Ya todo está hecho! Yo soy el primero y el fin. Al que tenga sed, a cambio de
nada le daré a beber del agua de la fuente que da vida eterna.
7-8
A los que triunfen sobre las dificultades y sigan confiando en mí, les daré
todo eso, y serán mis hijos, y yo seré su Dios. Pero a los cobardes, a los que
no confíen en mí, a los que hagan cosas terribles que no me agradan, a los que
hayan matado a otros, a los que tengan relaciones sexuales prohibidas, a los
que practiquen la brujería, a los que adoren dioses falsos, y a los mentirosos,
los lanzaré al lago donde el azufre arde en llamas; y allí se quedarán,
separados de mí para siempre>>.
7°
La nueva Jerusalén.
Ap.
21:9-27 Después vino uno de los siete ángeles que tenían las siete copas llenas
con las ultimas plagas terribles, y me dijo: <<Acércate; voy a mostrarte
la novia, la que va a ser la esposa del Cordero >>.
10-11
Y en la visión que el Espíritu de Dios me mostró, el ángel me llevó a un cerro
grande y alto, y me enseñó la gran ciudad santa de Jerusalén, que bajaba del
cielo, donde estaba Dios. La presencia de Dios la hacía brillar, y su brillo
era como el de una joya, como el de un diamante transparente como el cristal.
12-13
Por fuera estaba rodeada por una muralla alta y grande. En la muralla había
doce portones; en cada portón había un ángel, y en cada portón estaba escrito
el nombre de una de las tribus de Israel. Tres de sus portones daban al este, tres
daban al norte, tres daban al oeste, y tres daban al sur.
14-15
La muralla estaba construida sobre doce grandes rocas, y en cada roca estaba
escrito uno de los nombres de los doce apóstoles del Cordero. el ángel que me
hablaba tenía una regla de oro, y con esa regla midió la ciudad, sus portones y
su muralla.
16-17
La ciudad era cuadrada; sus cuatro lados median lo mismo. El ángel midió la
ciudad con la regla de oro, y media dos mil doscientos kilómetros, tanto de
ancho como de largo y de alto. El ángel también midió la muralla, y era de
setenta y cinco metros, según las medidas humanas que estaba usando el ángel.
18-19
La muralla estaba hecha de diamante, y el oro con que estaba hacha la ciudad
era tan puro que dejaba pasar la luz, como si fuera cristal. Las rocas sobre
las que estaba construida la muralla estaban adornadas con toda clase de
piedras preciosas: la primera roca estaba adornada con diamantes; la segunda,
con zafiros; la tercera, con ágatas; la cuarta, con esmeraldas;
20-21
la quinta, con ónices; la sexta, con rubíes; la séptima, con crisólitos; la
octava, con berilos; la novena, con topacios; la décima, con crisoprasas; la
undécima, con jacintos; y la duodécima, con amatistas; Y los doce portones eran
doce perlas; cada portón estaba hecho de una sola perla. La calle principal de
la cuidad estaba cubierta de oro tan puro que brillaba como el vidrio
transparente.
22-23
En la ciudad no vi ningún templo, porque su templo es el Señor, el Dios todopoderoso,
y también el Cordero. La ciudad no necesita que el sol o la luna la iluminen,
porque el brillo de Dios la ilumina, y el Cordero es su lámpara.
24-25
Gente de todos los países caminará a la luz que sale de la ciudad, y los reyes
de la tierra le entregaran sus riquezas. Los portones de la ciudad no se cerrarán
de día, y allí nunca será de noche.
26-27
Le entregarán las riquezas y todo lo bello de los países. Pero nunca entrará en
ella nada que desagrade a Dios; no entrarán los que han adorado a dioses falsos, ni
los objetos que hayan usado en su culto. Sólo podrán entrar los que tengan
anotados sus nombres en el libro del Cordero. En ese libro están anotados los
que recibirán la vida eterna.
El
Señor viene pronto:
Ap. 22:7
Y Jesús dice: <<! Pongan atención¡¡Yo vengo pronto ¡Dios bendiga a los
que hagan caso de la profecía que está en este libro>>
12
<<! ¡Pongan atención! ¡Yo vengo pronto ¡Y traigo el premio que le daré a
cada persona, de acuerdo con lo que haya hecho!
20
El que anuncia estas cosas dice: << Les aseguro que vengo pronto>>
¡así sea¡¡Ven, Señor Jesús ¡
21
Que el amor del Señor Jesús los acompañe siempre.
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