martes, 6 de septiembre de 2016

LECCIÓN 22 – ADMINISTRADORES DE LO QUE POSEEMOS

Introducción:
Cuando Dios creo el universo, colocó al hombre, en el jardín del Edén para que lo cuidara y lo administrara. Lo nombró mayordomo de su creación.
Recordemos que, Dios es el dueño de todo lo que existe; nosotros sólo somos mayordomos o administradores.
Él es el dueño de todo, incluso nosotros le pertenecemos a él. 1°. Cro.  29:11-12 >> ¡Dios, mío, a ti te pertenecen la grandeza y el poder, la gloria, el dominio y la majestad! Porque todo lo que existe es tuyo. ¡Tú reinas sobre todo el mundo!  >> Tú das las riquezas y el honor, y tú dominas a todas tus criaturas. Tuyos son el poder y la fuerza, y das grandeza y poder a todos.
Reconozcamos que él nos creó, que él es el dueño de todo lo que existe, porque él lo hizo todo con sus preciosas manos.

Mensaje: Dios es el dueño, nosotros somos administradores de su creación.
¿Cómo estamos administrando lo que dios nos ha entregado?
Tenemos que reconocer que, de Dios es el mundo y su plenitud. Dios es el dueño de todo lo que existe, nosotros no somos los dueños; solo administradores, de lo que Dios nos permite poseer; y debemos recordar que tenemos que entregarle cuentas a Él.

Dios, nos creó y luego nos liberó, por eso es nuestro dueño.
1ª. Co. 6:20 Cuando Dios los salvó, en realidad los compró, y el precio que pagó por ustedes fue muy alto. Por eso deben dedicar su cuerpo a honrar y agradar a Dios. 

¿Cómo estamos administrando, los miembros de nuestro cuerpo? 
Nuestros ojos, y nuestros oídos, son las ventanas de nuestro cuerpo; y ellos se encargan de contaminar nuestra mente y corazón, para bien o para mal.  Lc. 6:45 La gente buena siempre hace el bien, porque el bien habita en su corazón. La gente mala siempre hace el mal, porque en su corazón está el mal. Las palabras que salen de su boca muestran lo que hay en su corazón.
Sí protegemos estos preciosos miembros, que están en nuestro cuerpo; tenemos la batalla ganada.
Debemos cuidar todo nuestro ser; porque le pertenece a Dios. Somos la imagen de Dios, él nos dio de su Santísima esencia. (Él dijo hagamos al hombre a nuestra imagen y conforme a nuestra semejanza). De todo lo que hagamos con nuestro cuerpo, debemos dar cuentas a Dios.

¿Cómo estamos administrando nuestro cuerpo? 
Dios, nos dio un cuerpo: y como cristianos, nuestro cuerpo es el templo del Espíritu Santo; 1ª. Co. 3:16-17 ¿Acaso no saben que ustedes son un templo de Dios, y que el Espíritu Santo vive en ustedes? 17 Ustedes son el templo Santo de Dios. A cualquiera que destruya su templo, Dios también lo destruirá.
1ª. Co. 6:19-20 El cuerpo de ustedes es como un templo, y es donde vive el Espíritu Santo que Dios les ha dado. Ustedes no son sus propios dueños. Cuando Dios los salvó, en realidad los compró, y el precio que pagó por ustedes fue muy alto. Por eso deben dedicar su cuerpo a honrar y agradar a Dios. 
¿Si estamos usando los miembros que forman nuestro cuerpo, como sacrificio santo, vivo y agradable a Dios? 
¿Los usamos para hacer el bien, y haciendo la voluntad de Dios?,
O, ¿Los usamos para hacer el mal, destruyendo a nuestros semejantes, y destruyéndonos a nosotros mismos?
Esta respuesta está en nuestra conciencia, debemos reflexionar muy bien, antes que sea demasiado tarde,

¿Qué cuentas le vamos a entregar a Dios del hogar que nos entregó?
Esposos:
¿Cómo tratas a tu esposa? ¿Cómo tratamos a nuestros hijos?  ¿Cómo tratas a la familia de tu esposa? ¿Cómo tratas a tu familia? ¿Cómo te portas con tus semejantes?
Esposas:
¿Cómo tratas a tu esposo?  ¿A tus hijos?  ¿A la familia de tu esposo? ¿A tu familia?
¿Cómo te portas con tus semejantes?  
Recordemos que Dios nos va a pedir cuentas, de todo lo que nos ha entregado, hasta nuestros hijos son prestados, el dueño es Dios.

¿Qué estamos haciendo para conservar el medio ambiente?
¿Si le damos el uso correcto a la naturaleza? ¿La cuidamos, y hacemos algo para preservarla?
¿Qué trato le damos al agua?  ¿Recordemos que es la fuente de la vida?
¿Le estamos dando, el trato que merece a ese tesoro precioso?
Todo esto Dios lo creó pensando en nuestro bienestar, él hizo un lindo paraíso para que lo cuidáramos y lo disfrutáramos.
¿Qué le estamos dejando a nuestras futuras generaciones?

¿Qué trato les damos a los animales? 
¿Los cuidamos?  ¿Protegemos las especies? ¿Hacemos algo por preservar las especies?   Hay seres que maltratan a los animales, son muy crueles con ellos, pero no piensan que Dios nos va a pedir cuentas.  

¿Cómo manejamos el tiempo? 
Ef. 5:16 Aprovecha cada oportunidad que tengas de hacer el bien, porque estamos viviendo tiempos muy malos.
¿Lo provechamos en cosas útiles para nosotros mismos y para los demás?
¿O lo desperdiciamos, en cosas que nos destruyen y destruyen a nuestros semejantes?   

¿Cómo manejamos el dinero, fruto de nuestro trabajo?
¿Sí estamos cumpliendo con nuestras obligaciones, en nuestro hogar?  ¿Estamos cumpliendo con nuestras responsabilidades, con nuestro hogar? 1ª. Tim. 5:8 Quien no cuida de sus parientes, y especialmente de su familia, no se porta como un cristiano; es más, tal persona es per que quien nunca ha creído en Dios.
¿Somos misericordiosos con nuestros semejantes? ¿Apoyamos a los necesitados? ¿Ayudamos a los menos favorecidos?
¿Si le estamos cumpliendo a Dios?
Malaquías 3:10-12 Traigan a mi templo sus diezmos, y échenlos en el cofre de las ofrendas; así no les faltará alimento. ¡Pónganme a prueba con esto! Verán que abriré las ventanas del cielo, y les enviaré abundantes bendiciones. Además, alejaré de sus campos las plagas de insectos que destruyen sus cosechas y sus viñedos. Tendrán entonces un país muy hermoso, y todas las naciones los considerarán muy dichoso. Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así lo haré.
Nosotros, debemos cumplir, con lo que el Señor nos manda.  No pensemos que van hacer con el dinero. Cada uno tendrá que entregarle cuentas a nuestro Dios.
1ª, Co. 16:2 Cada primer día de la semana, cada uno de ustedes ponga algo aparte, según lo que haya ganado, y guárdelo para que no se tengan que recoger la ofrendas cuando yo este halla.
Siempre que recibamos dinero debemos recordar que ese dinero es de Dios y debemos darle a Dios lo que es de Dios.
Gálatas 6:6-7 El que es instruido en el mensaje de Dios debe compartir con su maestro todo lo bueno que recibe.
Dios ha querido que demos de lo que él nos ha dado, unos de lo espiritual y otros de lo material.
7 No crean ustedes que pueden engañar a Dios. Cada uno cosechará lo que haya sembrado.
Debemos ser generosos en dar, tanto el que instruye debe hacerlo procurando que su discípulo aprenda y el da dinero ser generoso para quien lo instruye, porque el obrero es digno de su paga. 2ª. Co. 9:7 Cada uno debe dar según crea que debe hacerlo. No tenemos que dar con tristeza ni por obligación. ¡Dios ama al que da con alegría!

Conclusión:
El mundo y su plenitud es de Dios, él es el dueño y nos dejó su reino para que lo administremos.

¿Será que Dios, está satisfecho con nuestra mayordomía? ¡Pensemos detenidamente!  Y corrijamos las cosas que no están bien, antes que tengamos que presentarnos ante su presencia divina para entregarle cuentas de nuestra mayordomía. O como administradores de sus riquezas.

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