martes, 6 de septiembre de 2016

LECCIÓN 4 - LA FE Y EL PERDON

Introducción:
Hebreos 11:1- Confiar en Dios es estar seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver.
Sin fe nadie puede agradar a Dios; la fe en nuestro Señor Jesucristo y en el sacrificio que él hizo en la cruz; es la llave para entrar en el reino de Dios; esto trae grandes bendiciones a nuestra vida.  
Por fe es que creemos en él, y le obedecemos. Por fe le recibimos y creemos que está en nuestro corazón.  Por la fe en nuestro Señor Jesucristo, es que podemos recibir el perdón de nuestros pecados.
Los profetas dijeron: Que Dios perdonará los pecados de todos los que confíen en nuestro Señor Jesucristo el Hijo de Dios.

Mensaje: la fe en nuestro señor Jesucristo, trae perdón.
Hechos, 20: 21 A los judíos y a los que no son judíos les he dicho que le pidan perdón a Dios y crean en nuestro Señor Jesucristo.
La fe en nuestro Señor Jesucristo y en su obra en la cruz, nos trae perdón y vida eterna: La fe en Cristo, pertenece a la fe en lo que él hizo en la cruz.
Este versículo nos enseña dos verdades a cerca de un hijo de Dios:

1 Debemos pedir perdón a Dios.
Solo Dios a través de su Hijo, puede perdonar los pecados de los seres humanos; esto lo debemos creer sin ver, esto es fe.
2 Debemos creer en nuestro Señor Jesucristo y su obra en la cruz.  
Nosotros debemos avivar la fe que tenemos en nuestro Señor Jesucristo y lo que él hizo en la cruz.  Si nuestro Señor Jesucristo dice: Que debemos mejorar nuestra conducta y volvernos a Dios. Es nuestra obligación, creerle y obedecerle. Esto implica: un cambio de actitud frente al pecado. Y esto es fe.

Así, que   un hijo de Dios:
Es una persona que, por fe, recibió a nuestro Señor Jesucristo, y obtuvo el perdón de sus pecados; por fe en nuestro Señor Jesucristo, le ha obedecido, se ha arrepentido y ha cambiado su mala manera de vivir.  Ahora ha nacido de nuevo como hijo de Dios y lleno de fe.
Hace unos dos mil años: un ángel anunció a José que: María la virgen, daría a luz un hijo.  Mateo. 1:18-21 Así fue como nació Jesús, el Mesías: su madre María estaba comprometida para casarse con José. Pero antes que vivieran juntos, se supo que ella estaba embarazada. José era un hombre bueno y obediente a la ley de Dios. Como no quería causar a María delante de todo el pueblo, decidió romper en secreto el compromiso. Mientras pensaba en todo esto, un ángel de Dios se le apareció en un sueño y le dijo: no tengas miedo de casarte con María, el Espíritu Santo fue quien hizo que ella quedará embarazada, cuando nazca el niño, lo llamarás Jesús. Él va a salvar a su pueblo del castigo que merece por sus pecados>>   
Al escuchar este mensaje; María y José, actuaron en fe, y por la fe, María recibió la bendición más grande que ninguna mujer podrá volver a recibir: tener en su vientre nada menos que al salvador del mundo. Y por la fe de José, ella no fue apedreada, porque, por fe, él no la delato, ni la abandonó.  
Por la fe de estos dos seres; Dios los guardó y los protegió; para traer al salvador de  este mundo.
El mensaje del ángel nos enseña que el hijo de María seria llamado “Jesús” que significa “Salvador” porque él nos salva de nuestros pecados. Y José y María, al recibir con fe, el mensaje, de parte de Dios; no solo recibieron    la salvación para ellos, sino que Dios, les dio el privilegio de recibir al Salvador de la humanidad.
Por la fe de ellos, pudimos recibir, al que traía el perdón de los pecados para todos   los seres humanos.

1ª Corintios. 15:3 Lo primero que les enseñé fue lo mismo que aprendí: que Cristo murió en lugar de nosotros, que éramos pecadores. Tal como lo enseña la Biblia.
Este es el significado del nuevo pacto, conforme a las escrituras, y se refiere a la cruz de nuestro Señor Jesucristo. Sal. 22:15 Tengo reseca la garganta, y pegada la lengua al paladar; me dejaste tirado en el suelo, como si ya estuviera muerto.
Dios, envió a su Hijo, para pagar por nuestros pecados, rescatarnos, y librarnos de condenación eterna. Esto lo debemos creer, (esto es fe).
A través de su muerte en la cruz, nuestro Señor pago por todas nuestras culpas y pecados; esto lo debemos creer, (esto, es fe).

Hechos 10:43 >>Los profetas hablaron acerca de Jesús, y dijeron que Dios perdonará a todos los que confían en él. Sólo por medio de él podemos alcanzar el perdón de Dios>>
Nuestro Señor Jesucristo cumplió todas las profecías. Dijo: cualquiera en el mundo, que crea en quién lo mandó, y en lo que él hizo en la cruz; recibiría perdón, y liberación.
Está escrito: que no son los oidores de la palabra, sino los hacedores, o sea, los que obedecen su palabra, los que entrarán en el reino de Dios. 
Para que nuestros pecados sean perdonados, y podamos pertenecer a la familia de Dios; es necesario tener fe en nuestro Señor Jesucristo y en lo que él hizo en la cruz.  Obedecer sus mandamientos, y dejar de practicar el pecado.  La fe y la obediencia van tomadas de la mano.
Hechos 4:12 Sólo Jesús tiene poder para salvar, sólo él fue enviado por Dios, y en este mundo sólo él tiene poder para salvarnos.
Nuestro Señor Jesucristo, es el único que tiene la llave de la salvación; y él es la puerta; no hay otra puerta para entrar en el reino de los cielos.

Dios tomó todos nuestros pecados y los arrojó al mar.
Miqueas. 7:19 >> ¡Vuelve a compadecerte de nosotros, y arroja todos nuestros pecados a lo profundo del mar!
Esto quiere decir, que Dios ha tenido misericordia antes, muchas veces; y volverá a tener misericordia; que él aplastará por completo nuestras iniquidades; y echará en lo profundo del mar nuestros pecados, para jamás recordarlos. Si creamos esta palabra, esto es actuar en fe.

 
Dios prometió darnos de su amor y su paz.
20 Déjanos disfrutar de tu amor y fidelidad, porque así lo prometiste a Abraham, a Jacob y a todos nuestros antepasados.
Debemos creer, que Dios cumplirá absolutamente todas las promesas hechas a nuestros antepasados, porque están garantizadas por la boca del Señor.
Dios estaba anunciando: la reconciliación del pueblo pecador, con el Padre celestial.
De esta reconciliación, depende nuestro éxito y el éxito de nuestras descendencias, sólo debemos tener fe y creer; si Dios lo dijo, él lo cumple.

Conclusión:
¿Cómo no vamos a creer y obedecer a nuestro Señor Jesucristo, si él es, el único mediador entre Dios y los hombres?  Creer en nuestro Señor Jesucristo significa: Tener fe en él, y depositar toda nuestra confianza en él.
Entonces el perdón de los pecados se alcanza por: una fe total, en nuestro Señor Jesucristo.
Es muy importante, que comprendamos, cuán grande y completo es el amor de Dios, al perdonar nuestros pecados por medio del sacrificio de nuestro Señor Jesucristo en la cruz.
Por eso debemos, caminar conforme a su voluntad, y creer que con su sacrificio nos dio el privilegio de llegar a ser hijos de Dios. Marcos. 11:23-24 Les aseguro que, si tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en sus oraciones sucederá.  Si le dijeren a esta montaña: “Quítate de aquí y échate en el mar”, así sucederá. Solo deben creer que ya está hecho lo que han pedido.

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