martes, 6 de septiembre de 2016

LECCIÓN 1 – DIOS TODOPODEROSO

Introducción:
Esta es la vida eterna: que ellos te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo a quién tú enviaste. Juan 17: 3
Todos los seres humanos, buscamos a un ser supremo; a quien dirigirnos; para recibir sus consejos, para que ilumine nuestro camino, para adorarlo y para darle gracias por permitirnos estar en este paraíso, y por todo lo que él es. A ese ser maravilloso le llamamos Dios; Y las sagradas escrituras nos enseñan que, la misma creación, la misma obra de sus manos, nos hablan de Dios.  

Mensaje: conozcamos a nuestro Dios todopoderoso.
La motivación de este estudio es, conocer más acerca de él único Dios, creador de todo lo que existe; a quién adoramos, porque él es la razón de nuestra existencia.
La Biblia es la fuente que nos muestra quien es Dios, y como es Dios. Ella nos muestra que, la naturaleza también nos habla de nuestro gran y poderoso Dios. Romanos. 1:18-23

Dios como creador del universo, Génesis Cp. 1 y Cp. 2:1-3
Génesis. 1:1 Cuando Dios comenzó a crear el cielo y la tierra,
Vemos a nuestro Dios, como no hecho, no credo, no tuvo principio; Él siempre fue, siempre es y siempre será. Él es el único y soberano creador de todo lo que existe.
2 la tierra no tenía forma, ni había en ella nada que tuviera vida. Las aguas estaban cubiertas por una gran oscuridad, pero sobre la superficie del agua se movía el Espíritu de Dios.
Después que Lucifer se rebelará contra Dios, en una eternidad pasada; y fuera lanzado del cielo; en la tierra sucedió un acontecimiento catastrófico, producido por Satanás y sus seguidores; dejándola desordenada y vacía. Pero el Espíritu Santo, se movía sobre la superficie del agua. Este mover del Espíritu, significa vida. ¡Y nosotros tenemos al Espíritu Santo, por eso tenemos vida eterna!

El primer día de la creación:
3 Dijo entonces Dios: <<! ¡Quiero que haya luz!>> ¡Y al instante hubo luz!
Comienza la nueva creación y vemos a Dios, como la esencia de la luz. La escritura dice hablando de nuestro Señor Jesucristo como nuestro Dios: Juan. 1:4 De la palabra nace la vida, y la palabra, que es la vida, es también nuestra luz.
Nuestro Señor Jesucristo, como la esencia de la luz dijo: hágase la luz, y la palabra de Dios es de tal magnitud, que la luz continúa extendiéndose por el universo, a razón de 299. 460 kilómetros por segundo, obedeciendo la orden de su creador.

4 Al ver Dios la belleza de la luz, la apartó de la oscuridad
Por eso hay periodos de luz y tinieblas, las tinieblas son: la ausencia de la luz; esto tiene un significado muy profundo en lo espiritual: (Cuando en nuestra vida hay pecado, las tinieblas lo oscurecen todo; pero cuando confesamos nuestros pecados y nos apartamos, la luz divina vuelve a resplandecer en nuestra vida).

5 y le puso por nombre << día >> A la oscuridad la llamó << noche >> Y cayo la noche, y llegó la mañana. Ése fue el primer día.
En esos mismos momentos Dios estaba ordenando la rotación de la tierra; y establecía literalmente las 24 Horas, que separan un día de otro.
¡Alabado glorificado sea su nombre!

El segundo día de la creación:
6-7  Dijo entonces Dios: << Quiero que haya entre las aguas algo firme que las separe>>  ¡Y al instante se hizo así! Dios puso algo firme entre las aguas, y la mitad de las aguas quedó debajo y la otra mitad quedó arriba.
Por medio de su palabra, Dios hace estremecer la tierra, la hace convulsionar haciendo los grandes abismos, las cordilleras, las montañas, los valles y los montes.

8 Al ver la belleza del firmamento, Dios le puso por nombre << cielo >> Y cayó la noche y llegó la mañana. Ése fue el segundo día.
Ese mismo día Dios creo la atmosfera, que rodea la tierra, creando los periodos de los tiempos.
¡Démosle gracias a Dios por su gran poder y su sabiduría!

El tercer día de la creación:
9-10 Dijo entonces Dios: << Quiero que las aguas que están debajo del cielo se junten en un solo lugar, y que aparezca lo seco>> ¡Y al instante se hizo así! Dios llamó << tierra >> a lo seco, y llamó << Mar >> a las aguas.
Dios, a través de su voz, despliega su gran poder e hizo que la tierra se estremeciera y hubo terremotos, huracanes y ciclones; en ese instante, Dios formó los continentes, estableció el sitio de los mares, océanos, lagos, ríos, lagunas, las aguas buscaban su sitio, dejando partes cecas de la tierra.

11-12 Al ver Dios tal belleza, dijo: << Quiero que haya en la tierra árboles y plantas que den semilla>> ¡Y al instante se hizo así ¡  La tierra produjo árboles y plantas; los árboles dieron frutos, y las plantas dieron semillas. Mientras Dios admiraba tal belleza,
Por la palabra de Dios, es creada la maravillosa alfombra que cubre la tierra; está alfombra está compuesta por todos los vegetales, y diferentes géneros de plantas, que Dios colocó para embellecer y adornar la tierra; y útil para el sustento de todos los seres.

13 cayó la noche, y llegó la mañana.  Ése fue el tercer día.
¡Gracias Dios todopoderoso, alabémonosle y glorifiquemos su nombre! 

El cuarto día de la creación:
14 al 19 Dijo entonces Dios: <<Quiero que haya en el cielo luces que separen el día de la noche; luces que indiquen las estaciones, los días y los años; luces en el cielo azul que iluminen la tierra>> ¡Y al instante se hizo así  ¡Dios hizo las dos grandes luces: el sol, para que domine en el día, y la luna, para que domine en la noche. También hizo las estrellas. Dios puso estas luces en el cielo para alumbrar la tierra, para dominar en el día y en la noche, y para separar la luz de la oscuridad. Mientras Dios admiraba tal belleza; cayó la noche, y llego la mañana. Ése fue el cuarto día.
Dios, lo dijo y su palabra gloriosa contiene tanto poder, que estos cuerpos celestiales, llevan a cabo su función prescrita. 
Dios creo el sol, la luna, las estrellas, y los regulo como portadores de luz; esto lo hizo para un periodo de tiempo desconocido. Y preparó la tierra para el ser humano.
El salmista, admirando la creación y lleno del Espíritu Santo dice en el Salmo. 19:1-14 El cielo azul nos habla de la grandeza de Dios y de todo lo que ha hecho.
2 Los días y las noches lo comentan entre sí.
3 Aunque no hablan ni dicen nada, ni se oye un solo sonido,
4 sus palabras recorren toda la tierra y llegan hasta el fin del mundo. En el cielo Dios ha puesto una casa apara el sol.
5 Y Sale el sol de su casa feliz como un novio; alegre como un atleta, se dispone a recorrer su camino.
6 Sale por un lado y se oculta por el otro, sin que nada ni nadie se libre de su calor.
7 La Ley de Dios es perfecta, y nos da nueva vida. Sus mandatos son dignos de confianza, pues dan sabiduría a los jóvenes.
8 Las normas de Dios son rectas y alegran el corazón. Sus mandamientos son puros y nos dan sabiduría.
9 La palabra de Dios es limpia y siempre se mantiene firme. Sus dediciones son al mismo tiempo verdaderas y justas.
10 Yo prefiero sus decisiones más que montones de oro, me endulzan la vida más que la miel del panal.
11 Me sirven de advertencia; el premio es grande si uno cumple con ellas.
12 Nadie parece darse cuenta de los errores que comete. ¡Perdóname Dios mío, los pecados que cometo sin darme cuenta!
13 ¡Líbrame del orgullo! ¡No dejes que me domine! ¡Líbrame de la desobediencia para no pecar contra ti!  
14 ¡Tú eres mi Dios mi protector! ¡Tú eres quien me defiende! ¡Recibe! ¡Pues con agrado lo que digo y lo que pienso! 
¡Alabemos a nuestro Dios con júbilo!

El quinto día de la creación:
20 al 23 Dijo entonces Dios: <<Quiero que los mares se llenen con seres vivos. Quiero que las aves vuelen sobre la tierra y crucen el cielo azul>> Así creo Dios los grandes monstros marinos. Que se mueven en el agua, y todas las aves del cielo. Al ver Dios tal belleza, Les dio esta bendición: <<Quiero que los peces se reproduzcan y llenen los mares; quiero que las aves se multipliquen sobre la tierra>> Y cayó la noche, y llegó la mañana. Ése fue el quinto día.
Dios establece un principio, el principio del reino animal es diferente al del reino vegetal. Es de anotar que Dios no bendijo a la vegetación, sólo dijo que era buena; pero bendijo a los cuerpos vivientes para reproducirse en otros cuerpos vivientes similares según su género.
La bendición de Dios es tan poderosa para propagar, como su maldición para cortar.
¡Alabemos a nuestro rey, por todo lo que él es!

El sexto día de la creación:
24-25 Dijo entonces Dios: <<Quiero que haya en la tierra toda clase de seres vivos: animales domésticos, animales salvajes, reptiles e insectos>> ¡Y al instante se hizo así ¡ Dios hizo los animales salvajes, los animales domésticos, los reptiles y los insectos.
Dios no deja nada vació ni desprovisto de lo que él ha hecho, sino que suministra de su provisión y su riqueza a su creación.
Dios dice que diseñó cada especie del reino animal, de manera que no puede cruzarse. (Tengamos cuidado con el cruce de animales, y vegetales)

26 Al ver Dios tal belleza, dijo: <<Hagamos ahora al ser humano tal y como somos nosotros. Que domine a los peces del mar y las aves del cielo, a todos los animales de la tierra, y a todos los reptiles e insectos>>
La creación del ser humano fue precedida por una consulta divina; además, los pronombres <<Nosotros>> y <<Nuestro>> Proclaman la consulta celebrada por las tres personas de la divina Trinidad, Quienes eran Uno en la obra original.
La imagen y semejanza nos permite tener compañerismo con Dios; y con nuestros semejantes; por eso debemos practicar la verdadera justicia y santidad. Ef. 4:23-24 Ustedes deben cambiar completamente su manera de pensar, y ser honestos y santos de verdad, como corresponde a personas que Dios ha vuelto a crear, para ser como él.

27-28 Fue así como Dios creo al ser humano tal y como es Dios. Lo creo a su semejanza. Creo al hombre y a la mujer, y les dio esta bendición: <<Quiero que se reproduzcan, quiero que se multipliquen, quiero llenen la tierra y la pongan bajo su dominio. Que dominen a los peces del mar y a las aves del cielo, y a todos los seres vivos que se arrastran por el suelo>>
Este dominio fue dado al hombre, si está sujeto a la voluntad de Dios; y la esfera de su dominio es desde lo más bajo, hasta lo más alto, de todos los súbitos, que están bajo su influencia.
La bendición se refiere a la capacidad de reproducirse, llenar la tierra y poner en acción el poder de gobernar con justicia, todo lo que Dios le entregó al Ser humano.

29-30 También les dijo Dios: <<Hoy les entrego a ustedes toda planta que da semilla y todo árbol que da fruto. Todo esto les servirá para alimento. Pero la hierba verde será para todos los animales>> ¡Y al instante se hizo así!
Entendemos que al principio tanto el ser humano como los animales eran vegetarianos y dóciles; que después de la caída de los seres humanos, esto cambió. Gé. 9:3 Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento: Así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo.

31 Mientras Dios admiraba la gran belleza de la creación, cayó la noche, y llegó la mañana. Ése fue el sexto día.
La aprobación divina, significa que todo lo que él creó, no solo era bueno, sino, sumamente muy bueno. Dios, contempla toda la obra de sus manos; el universo entero y al ser humano como la corona de su gloria.
¡Alabemos a nuestro Dios que vive por los siglos!

El séptimo día de la creación:
Génesis 2:1-3 Así termino Dios la creación del cielo y la tierra y de todo cuanto existe, y en el séptimo día descansó. Dios bendijo ese día y lo apartó para que todos lo adorarán.
Como podemos ver, él Dios que hizo los cielos y la tierra, es él mismo que nos formó en el vientre de nuestras madres; y a ese Dios es a quién nosotros adoramos y glorificamos.
¡Nuestro Dios, es el rey de reyes y el Señor de Señores, y ante él, toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que él es el Todopoderoso!

Muchos intentos se han hecho para definir el término: ¡Dios!
Y, en palabras humanas se podría expresar así: Dios es el eterno, es independiente, con existencia propia; Dios el ser, cuyos propósitos y acciones tienen origen en sí mismo; y es absoluto en dominio. Es la más pura y más espiritual de todas las esencias.
¡El origen de Dios está en sí mismo!
¡Dios es el nombre que se le designa al ser supremo, y creador del universo!
¡Dios es la razón de nuestra existencia! ¡Él es nuestro creador!
¡Dios es el Todopoderoso, porque todo lo puede!  ¡Es omnipotente, pues nada es imposible para Él!  ¡Es omnipresente porque está en todas partes!  ¡Es omnisciente, porque todo lo sabe antes que ocurra! ¡Dios es el Padre y el origen de donde proceden todas las cosas!
¡Dios es el Altísimo!  ¡Dios es el gran Yo Soy!  ¡Dios tiene el dominio de los pueblos, las naciones, las razas y del universo entero!  
El reino de Dios no tiene fin, es por los siglos y por las edades desde la eternidad hasta la eternidad.  Podemos conocer más de Dios, leyendo: Job, Capítulos. 38, 39, 40, 41, 42
¡Dios es la esencia de la sabiduría!  ¡Él es santo, es puro, es perfecto, es inigualable, es inescrutable, es insondable, es incomparable!
¡Alabemos y glorifiquemos el nombre de nuestro único y gran Dios!
Juan 4: 24 Dios es Espíritu, y los que lo adoran, para que lo adoren como se debe, tienen que ser guiados por el Espíritu. Se acerca el tiempo en que los que adoran a Dios el Padre lo harán como se debe, guiados por el Espíritu, porque así es como el Padre quiere ser adorado.! Y ¡ese tiempo ya ha llegado!
La biblia y los grandes sabios, que han dedicado gran parte de su vida para hacer los diccionarios de las diferentes lenguas, enseñan; que Dios es Espíritu; y que Dios es el origen, de todo lo creado, él es el Padre de los espíritus de toda carne.
También nos enseña que, espíritu es un ser inmortal, inmaterial, dotado de razón, y alma racional, es una influencia benéfica y ennoblecedora, la cual deriva del Espíritu Santo, que es el mismo Dios.

Dios crea al hombre
Génesis. 2: 7 Entonces Dios tomó un poco de polvo, y con ese polvo formó al hombre. Luego sopló en su nariz, y con su propio aliento le dio vida. Así fue como el hombre comenzó a vivir.
A través del aliento de Dios, el hombre recibió la vida, por eso cuando sale ese aliento de nuestro ser, dejamos de existir, porque el espíritu vuelve a Dios que lo creo y el cuerpo vuelve a la tierra de donde fue tomado.
¡El espíritu es la esencia de la vida, y la esencia de la vida es Dios!
Los seres humanos tenemos la imagen de Dios en nuestra vida, lo podemos evidenciar porque tenemos: aliento, que fue el soplo divino, y ese aliento trajo: la vida, el ánimo, el ingenio, la energía, el carácter, la vivacidad, la agudeza mental. Y estas son parte de las facultades de Dios, que poseemos nosotros los seres humanos.
Manifestaciones de Dios:
La Biblia nos muestra; que Dios se ha manifestado al ser humano, en el antiguo testamento, como: El Todopoderoso y creador del universo
En el nuevo testamento como: Dios salvador a través de su Hijo nuestro Señor Jesucristo.
Ahora en la dispensación de la gracia como: Dios Espíritu Santo, quién vive en nuestros corazones.
Conclusión:
No hay duda de la existencia de un solo Dios, creador de todo lo que existe; él es la fuente de la vida, la razón de nuestra existencia.
El universo entero habla de su poder, de su Señorío, de su grandeza, de su sabiduría, y, que Él es la fuente de todo lo que existe.
Reflexiónenos:
Si nosotros le buscamos, con todo nuestro corazón y con toda nuestra alma, honrándolo, como la razón de nuestra existencia; ciertamente ÉL, nos dará su santísimo Espíritu, y nos guía   a todo camino de verdad y de justicia.
Con la guía del Espíritu Santo, recuperamos la gracia que se perdió por el pecado de nuestros primeros padres, y por nuestros propios pecados.
Entonces, su luz iluminará nuestros caminos y, nuestra vida vuelve a cobrar sentido; no necesitamos de la luz del sol, pues su luz lo ilumina todo.
Entonces todas las cumbres serán nuestros pastos:
No debemos permanecer en medio del valle, cuando la cima del Tabor nos espera. ¡Cuán puro es el roció de las colinas; qué fresco es el aire de la montaña; cuán admirable es la vida de los que habitan en las alturas y cuyas ventanas miran hacia Jerusalén! ¡Levántate, creyente, deja tu baja condición! Arroja tu pereza, tu letargo, tu frialdad, o cualquier otra cosa que pueda intervenir en tu amor casto y puro hacia Dios. Has de Él, la fuente, el centro y la circunferencia de los deleites de tu alma. No permanezcas por un momento más, satisfecho con lo poco que has alcanzado. Aspira a una vida más noble, más elevada y más completa, ¡Pon tu mirada hacia el cielo!  Donde está el todopoderoso, esperando que clames a Él para mostrarte, y enseñarte las cosas grandes y maravillosas que tú no conoces.

LECCIÓN 2 – MEJOREMOS NUESTRA CONDUCTA

Introducción:
Mateo. 4:17 Desde entonces, Jesús comenzó a decirles: <<Vuélvanse a Dios, porque su reino se va a establecer aquí>>. 
Este es el método principal de la proclamación del evangelio. Lo primero que nuestro Señor Jesucristo predico fue: Vuélvanse a Dios, y quiere decir: arrepiéntanse de sus malas obras, dejen de hacer lo malo y hagan lo bueno, (mejoren su conducta).
El reino de los cielos es encabezado por nuestro Señor Jesucristo, con el propósito de establecer su reino sobre la tierra. Este llamado, lo hace el mismo Dios todopoderoso; de su cumplimiento depende nuestro bienestar y el bienestar de nuestros hijos; acá en la tierra y en la eternidad. 
Dios siempre hace cosas buenas, para el bienestar de los seres humanos; y nos ordena, hacer el bien, practicar el amor, la justicia, y la misericordia.

Mensaje: Dios nos llama a mejorar nuestra conducta 
Desde los tiempos antiguos Dios está llamando a su pueblo a mejorar la conducta, a que nos alejemos del pecado y que nos volvamos a él. Jeremías 7:1-3 Este es el mensaje que Jeremías recibió del Señor: Párate en la puerta del templo del Señor y desde allí proclama este mensaje: “Escuchen estas palabras del Señor, todos ustedes habitantes de Judá que entran por estas puertas a adorar al Señor. Esto dice el Señor Todopoderoso, el Dios de Israel: Dedíquense a seguir el camino del bien para que así yo los deje seguir viviendo en este país.
Dios quiere que formemos parte de su reino; y nos exige que mejoremos nuestra conducta, porque al mejorar nuestra conducta, estamos muriendo a nuestra mala manera de vivir, de esa forma nos estamos preparando para nacer de nuevo practicando el bien; listos para formar parte de su pueblo escogido.
Por eso debemos: hacer un alto en nuestro diario vivir y, reflexionar sobre lo que pensamos y hacemos; si estamos haciendo algo que a Dios no le agrada; debemos arrepentirnos de todo corazón y venir a sus pies y suplicar su perdón, pero con la decisión de no volverlo a cometer.
Dios quiere que   seamos fieles en nuestro matrimonio; que no manchemos nuestra mente con malos pensamientos, que no practiquemos las relaciones sexuales prohibidas, que dejemos los vicios; Dios ordena que no volvamos a adorar a dioses falsos, que dejemos la santería, la idolatría. Dios quiere que le reconozcamos como Él es; el único Dios verdadero, creador de lo que existe, y sólo a él hay que adorar.

Para mejorar nuestra conducta debemos:
obedecer a Dios en todo; no practicar la brujería, no odiar a los demás, no pelearnos unos con otros, no ser celosos, no enojarnos por todo; dejar la gritería, la altanería, la murmuración, las rencillas y cosas semejantes a estas.

Mejorar nuestra conducta y volvernos a Dios es:
No ser egoístas, no discutir sin sentido, no causar divisiones, no ser envidiosos, no emborracharnos para no cometer locuras; no hacer cosas que perjudiquen a nuestro prójimo, porque esas cosas las aborrece Dios.
Dios, se complace más, en la obediencia, que, en las largas oraciones, días de reposo, fiestas solemnes, los holocaustos y sacrificios que le presentemos.
Muchas personas piensan que mejorar la conducta, y volverse a Dios, o arrepentirse de sus malas acciones es: Asistir a la congragación o pertenecer a una iglesia, sin dar importancia a dejar de hacer lo malo y mejorar su conducta. Esto es beatería, y falsa religiosidad; que nos convierte en fanáticos, el cual es un cáncer para quien lo practique.
El hogar que ha mejorado su conducta, y pone en práctica el verdadero amor, practicando la justicia y la misericordia; encontramos una mujer que trata con cariño y respeto a su esposo, pues sabe que él es la imagen visible de Dios. En ese hogar el esposo es responsable y lucha por cumplir con todas sus obligaciones, cuida y ama a su esposa con integridad, y de todo corazón, reconoce que ella es carne de su carne y huesos de sus huesos, ella es la imagen de Dios a su lado. Sus hijos e hijas van a seguir su ejemplo; serán una bendición donde quiera que vayan. Y habrá esperanza para las futuras generaciones. Esto es que lo que Dios quiere de todos sus hijos e hijas. Esta es la vida agradable a Dios.

Dios está cansado
De recibir en su casa, a gente que vive practicando el pecado; y viene a adorarle, y a traerle ofrendas. 
Isaías 1: 11-16 Dios les advierte: “¿Porque me traen tantos animales para presentarlos en mi altar? ¡Ya estoy harto de esas ofrendas; me da asco ver tanta sangre de toros carneros y cabritos!
El mismo culto que Dios había ordenado, fue degradado por su pueblo, y llegó a hacer una abominación a sus ojos; ellos miraron la ceremonia, en lugar de lo que la ceremonia representaba. (Que es a nuestro Señor Jesucristo y Él crucificado). 
En esa época, la gente no quería mejorar su conducta; pensaban agradar a Dios, trayéndole sacrificios, por el perdón de sus pecados, pero no abandonaban el pecado, o su mala conducta.
Hoy en día, vivimos haciendo lo mismo que hacían nuestros antepasados; queremos agradar a Dios, por medio de nuestros caprichos; pero no queremos obedecer lo que Dios ha ordenado. (Tenemos en poco, su sacrificio de la cruz), no nos damos cuenta que estamos pisoteando la sangre de nuestro Señor Jesucristo, y que esto nos trae consecuencias muy lamentables.

Hermanos y amigos:
Si deseamos que Dios nos escuche, nos proteja y bendiga; sólo tenemos que creer en su Hijo, y en el sacrificio que él hizo en cruz. Escuchar sus consejos y ponerlos en práctica.

12 Yo nunca les he pedido que me traigan esos animales cuando vengan a adorarme; solo vienen para ensuciar mi templo y burlarse de mí. ¡Váyanse de mi templo!
Dios quiere más que la asistencia corporal en la congregación; él sabe que nuestros corazones están lejos de él.  Dios dice: yo nunca les he pedido sacrificios, yo deseo adoración de gente que me ame de todo corazón, que obedezca mis órdenes, que practique el bien; no crean engañarme con vanas ofrendas, o sacrificios.
Dios dice: ustedes quieren que yo los perdone, pero quieren seguir pecando. No se burlen de mí. ¡Váyanse de mi templo!, porque ya están lejos de mi presencia.

13-14 ¡Para mí esas ofrendas no tienen ningún valor! ¡Ya no quiero que las traigan! Y no me ofrezcan incienso porque ya no lo soporto. Tampoco soporto sus reuniones y fiestas de gente que practica el mal. Sus reuniones me resultan tan molestas que ya no las aguanto.
Toda actividad religiosa, que de hecho es genuina, y dada por Dios, fue despojada de toda significación; por eso llego a ser odiada por Dios, y llego a ser una abominación.  Dios dice que esta disgustado, y molesto, con la presencia de gente rebelde, que sólo buscan lo que él tiene y no lo que él es.
Cuando Dios dice que no acepta el incienso, está diciendo: No acepto sus oraciones, ni sus adoraciones; tampoco me agrada su presencia en mi templo, estoy cansado de soportar la presencia de gentes que no creen en mí, y solo practican el mal. Yo amo a los pecadores, pero me repugna el pecado.

15 Ustedes oran mucho, pero yo aparto mis ojos de ustedes, y aunque hacen muchas oraciones yo no las escucho, porque están contaminados por el pecado.
Si levantamos las manos y “las extendemos con un corazón quebrantado, y con arrepentimiento, el Señor no aparta sus ojos de sus hijos; y acude a nuestro pronto socorro.

16 Dejen de hacer lo malo, dejen de pecar, ¡No quiero ver su maldad!
Universalmente el ser humano se ha manchado con el pecado. Sólo la sangre de nuestro Señor Jesucristo, nos puede limpiar. De hecho, esta sangre fue simbolizada por la sangre de animales, pero Israel no confió, en lo que los sacrificios representaban, sino en la ceremonia misma; y Dios no la toleró.
Hoy Dios nos está diciendo: hijos míos, dejen de pecar, dejen de hacer lo malo, no quiero ver su maldad, porque esa maldad te va a traer muchos males.

17 Y aprendan a hacer lo que es bueno, ¡Ayuden al maltratado, traten con justicia al huérfano, y al débil, y defiendan a las viudas y a los necesitados!
Dios nos está diciendo: que practiquemos la justicia, el amor y la misericordia. Y él será la luz que ilumine nuestros caminos, será nuestro guía, nuestro escudo y nuestra fortaleza.
Cuando nuestro señor Jesucristo dice:
Mejoren su conducta, no se refiere al robo, o a la fornicación solamente; sino a todo lo malo que hacemos. Esto, nos hace perder nuestra comunión con Dios; deteriorando nuestro carácter y todo nuestro ser. 
Hoy Dios nos dice:
Mateo. 3:8 Demuestren con su conducta que han dejado de pecar.
Dios nos está, diciendo: No crean que les va a ir muy bien, solo por decir que son cristianos; o pertenecer a una denominación. Deben demostrarlo con su manera de vivir; y mis bendiciones vendrán y los alcanzarán. Mateo 7:21 No todos los que dicen que yo soy su Señor y dueño entraran en el reino de Dios. Eso no es suficiente; antes que nada, debe obedecer los mandamientos de mi Padre, que está en el cielo.

Ejemplo de mejorar la conducta:
David, después que el profeta Natán lo confrontó, por haber cometido adulterio con Betsabé. Y cometido varios pecados. Se volvió a Dios, muy arrepentido y con los deseos inmensos de no volver a pecar.  Y dijo en el: Salmo 51: 1-19
Después que David, se volvió a Dios, con un sincero arrepentimiento, por haber pecado. Dios le perdonó todos los pecados. Y David fue restaurado. Y su reino recuperado.
Hagamos como David, reconozcamos nuestros pecados, y en un arrepentimiento sincero, busquemos la presencia de Dios, y luchemos por hacer morir en nuestra vida, todo lo pecaminoso que practicábamos antes de conocer a nuestro Señor Jesucristo. Y pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude a nacer de nuevo, a una nueva vida, libre de pecado.

Reflexionemos:
¿Verdaderamente nos hemos arrepentido de las cosas malas que hacíamos, para volvernos a Dios?  
¿Hemos cambiado de actitud frente al pecado?  ¿Sí estamos practicando el amor, la justicia y misericordia?
Recordemos que, si de todo corazón no abandonamos nuestros malos hábitos, no podemos entrar en el reino de Dios. Y esto indica que: Nuestras oraciones jamás serán escuchadas por Dios, porque el pecado nos separa de nuestro Padre celestial. 

Conclusión:
Dios quiere formar un pueblo, libre de contaminación, libre de pecado, apartado del mal; una nación santa y pura. Por eso debemos morir a nuestra antigua y mala manera de vivir, para nacer como nuevas criaturas, nacidas por la gracia de Dios. Debemos obedecer sus mandamientos. Juan 14:15 Ustedes demostraran que me aman si cumplen mis mandamientos
Dios quiere que respetemos los derechos a los demás; que practiquemos el amor, la justicia y la misericordia. Si respetamos los derechos de los demás, estamos cumpliendo las órdenes de Dios y le estamos mostrando que en realidad lo amamos.

1ª, de Pedro. 5:10-11 Pero después de que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios hará que todo vuelva a estar bien y que ustedes nunca dejen de confiar en él; les dará fuerzas para que no se desanimen, y hará que siempre estén seguros de lo que creen. Recuerden que Dios nos ha elegido por medio de Jesucristo, para que formemos parte de su maravilloso reino.  ¡Que Dios reine con poder para siempre!  Amén.


Para entrar en una relación con nuestro Señor Jesucristo, y formar parte de su reino, primeramente, tenemos que poseer la luz espiritual suficiente y permanecer en ese estado. La menor sombra de duda destruirá nuestra confianza. Debemos ocupar nuestro lugar definitivamente como el árbol plantado en el suelo. Debemos tomar esta actitud, y entregarnos una vez y para siempre, sin reservas, sin volvernos atrás.